Laaza: «tenía palabras atascadas en la garganta que nunca llegué a poder decir»

27 / 05 / 2024

‘Canciones para olvidarte’ es el nuevo LP de Laaza, un proyecto que verá la luz el próximo 29 de mayo. En #VEINDIGITAL hablamos con la intérprete sobre referencias artísticas, procesos creativos, estilos musicales o sentimientos. 

Canciones para olvidarte‘ es el primer álbum de Laaza, un proyecto transformado en viaje en plena catarsis sentimental. Su nuevo lanzamiento está acompañado de múltiples sonidos y tonalidades, capturando la esencia musical soñada. Un LP que verá la luz el próximo 29 de mayo, como así lo hizo, ‘Celos’ el último adelanto de  la interpreté bajo un sonido pop-rock suave, donde nos mostraba pequeñas pinceladas de su proyecto más personal y ambicioso.

Laaza es una artista multidisciplinar, así lo demuestra con su nueva publicación, que cuenta con una portada pintada por ella misma, donde mezcla diferentes referencias artísticas. Además de ser compositora o intérprete, dirige desde dentro todos los procesos del proyecto, creando un álbum hecho a su medida.

‘Canciones para olvidarte’ es tu primer álbum, un proyecto que surge a raíz del desamor y la soledad, ¿Cómo fue el proceso creativo hasta llegar donde tu querías?

Fue un proceso bastante intuitivo y transformador, creo que para hacer un disco has de tener la necesidad de hacerlo, y yo sentí esa necesidad cuando supe que había algo que quería decir y sobre todo, la forma en la que quería hacerlo.
El punto de partida fue un desengaño muy doloroso y la coincidente primera ruptura traumática de mi vida; tenía 20 años y muy buena fe, también tenía palabras atascadas en la garganta que nunca llegué a poder decir. Creo que este atasco y la necesidad de remediarlo fue lo que me impulsó a querer escribir con fundamento, pensé que si lo lograba, encontraría satisfacción dentro de tanto dolor y confusión.

Busqué este fundamento en los boleros, las cantautoras y finalmente, el folclore. Me fueron acompañando a lo largo todas y cada una de las vivencias que inspiraron estas canciones, así fueron dándose situaciones inspiradoras, todas en torno al desamor. Cuando ya sentí que eran suficientes canciones, pensé en qué dedicatoria quería que leyesen las personas que las inspiraron y así surgió ‘Canciones para olvidarte’.

Este trabajo ha supuesto un viaje, en el que te has sumergido en música, ritmos y tonalidades muy diferentes, incluso recurres a colores y formas para la composición del álbum, pero ¿Con qué referentes te has sentido más identificada? y ¿Cuáles te han sorprendido más durante la búsqueda y sentido del proyecto?

¡Viaje me parece la palabra perfecta para describirlo! Pues al empezar el disco escuchaba muchísimo a Silvia Pérez Cruz y Natalia Lafourcade, diría que són dos influencias muy claras del disco tanto en la interpretación como en la instrumentación.
Justo después estuve escuchando de manera bastante obsesiva trozos de ‘El Madrileño’ de C.Tangana junto con uno de los discos de mi infancia, ‘Pájaros En La cabeza’ de Amaral, después, me puse a escuchar mucha rumba y jota y de repente, tenía tal popurrí en la cabeza de símbolos, melodías y letras que acabaron coexistiendo Los Manolos con los Cranberries, el Pastor de Andorra y Phoebe Bridgers en el mismo tren.

En cada artista encontraba algo, sin importar qué (ya fuera visual, musical o conceptual) con lo que sentirme identificada y de repente pues dejé de sentirme tan sola en mi soledad.

‘Celos’ es el primer adelanto de este proyecto, un tema donde se cuelan inseguridades a la par de combinar un sonido pop- rock suave, ¿Por qué decidiste que este tenía que ser el single del álbum?

‘Celos’ es la primera canción del disco, es la más inocente e inicia el trayecto conceptual de ‘Canciones para olvidarte’. Es el principio del final, el final entendido como el camino que lleva al desamor y las inseguridades que narra no son otra cosa que una muesca de humanidad que quiero compartir, porque creo que es real. Esta vulnerabilidad creo que es uno de los temas que hilan y le dan forma al disco, me gusta escribir canciones fáciles de escuchar, creo que así se gana una oportunidad muy valiosa de que la letra quiera ser entendida y eso es lo que es ‘Celos’, Laaza y este disco, siento que todo se resume muy bien en esta canción.

‘Plantar un bosque’ es uno de los temas más especiales que recoge el disco, ¿Cómo fue componer esta jota?

Una maravilla, lo disfruté mucho. Solía tener una amiga que estaba pasando un duelo muy profundo por la quema del bosque de su infancia, yo estaba pasando por mal de amores y de esta tristeza conjunta, sentí la necesidad de aportar un poco de esperanza para ambas, eso tomó forma en los versos de ‘Plantar un bosque’.

Es una jota un poco extraña porque no sigue la estructura tradicional del género, fue un ejercicio más que de lealtad a la forma, de síntesis conceptual respecto a lo que simboliza la jota para mí: alegría, fuerza y espiritualidad.
Creo que a través de la jota se dicen verdades como templos y que no conozco una manera más clara de decir las cosas. Es un legado que a través de ‘Plantar un bosque’ me he sentido llamada a indagar y me sentiré siempre profundamente afortunada de poder reflexionar y crear en esta dirección.

Con este trabajo plasmas diferentes estilos musicales, desde jotas, pop- rock suave o lírico, ¿Qué te ha motivado a trabajar con tantas tonalidades y ritmos? 

Creo que es algo que se ha ido dando naturalmente por la música que estaba escuchando en cada momento, no vivo la separación entre géneros como algo rígido e inquebrantable. Creo que todo es música y al inspirarme en muchas músicas diversas, esto se manifiesta en mis composiciones de una forma u otra. Creo que como artista es importante darse esa libertad, creo que si se vive realmente así, la creación puede ser algo hermoso.

Hace unos días publicaste en tu canal de Youtube una sesión en directo de ‘Celos’, acompañada de guitarra eléctrica, acústica, piano y batería, ¿Qué sensación tuviste al terminar? ¿Qué sentimientos se respiraban en la sesión?

La verdad es que alivio. Era el primer día que juntaba a la banda y yo sentía la incertidumbre de no saber a ciencia cierta si lo que había visionado iba a darse durante la sesión. Finalmente nos pusimos a tocar y no tardamos nada en llegar al sonido que buscaba, durante la sesión se notaba bastante tranquilidad por parte de todos los músicos, lo pasamos muy bien.
Desde luego hay una cierta energía que se desprende cuando tocas con banda, que es difícil de replicar en otro formato y ese día se sintió muy presente.

Este disco recoge momentos muy personales y vitales de tu vida, ¿Cómo has encarado este proceso? 

Como he podido, he intentado no juzgarme a través del proceso y simplemente dejar que saliese lo que tenía que salir. Diría que, más que el proceso de hacer las canciones, el momento que me resultó más incómodo y en el que hubo más duda fue en el que decidí que esto era algo que iba a compartir con el mundo, que estas canciones no iban a ser un secreto de confesión y ya. Entonces sí que tuve que tomar consciencia de todas las maneras en las que se podían interpretar, al final crear a través de experiencias personales involucra un nivel de exposición muy grande, y es una decisión que merece valorarse seriamente. Una vez decidí que iba a seguir adelante con ello, ha sido, sobre todo, cuestión de mantenerme enfocada en mi propósito y distraerme lo menos posible de él.

Escoger un tema dentro del proyecto es duro, pero ¿cuál ha sido la canción más íntima que has compuesto, o la que más te ha dolido escribir? 

Diría que ‘Palomita’, aunque ‘Ella’ fue una experiencia parecida, lo que pasa es que ‘Ella’ fue agradable de escribir, me sentó bien, fue un momento muy emocional, pero me sanó algo que realmente necesitaba sanar en ese entonces. ‘Palomita’ en cambio dolió desde que empecé a pensar en componerla hasta que la grabé, estoy muy feliz de haberlo hecho, aún así creo que no volveré a abrir ese cajón temático en canciones futuras, al menos durante un tiempo.

Además de compositora e intérprete, diriges tu proyecto desde dentro, ¿Qué retos se han presentado a lo largo del camino?

Cada paso ha sido un reto, desde componer hasta grabar, pintar las portadas, conceptualizar todos los visuales, encontrar el equipo para poder lanzar el material de la mejor manera posible dentro de las posibilidades que he conseguido tener al alcance.

Si hay algo que he aprendido a través de este proceso tan complejo, es que tengo una gran fortaleza y debilidad, si siento que soy capaz, sé que tarde o temprano las cosas ocurrirán, por otro lado, es cuando no me siento capaz, que las cosas se enturbian para mí y la gente que me rodea, es entonces cuando ese camino claro y cristalino que había visionado y empezado andar, se me hace complicado.

Cuando diriges y creas, llegas a un entendimiento muy profundo del estado de tu proyecto, recibes muchos “no”, persistes en momentos donde parece que no hay nada en el horizonte y te enfrentas cara a cara con tu percepción del éxito y el fracaso. Esto yo creo que mal gestionado te impacta enormemente en tu capacidad creativa y puede paralizar el proyecto entero, mantener la cabeza en alto, perseverar y disfrutar el camino de mientras, para mí, es el mayor reto que existe.

¿Con qué sensaciones te gustaría que tu público terminase al escuchar ‘Canciones para olvidarte’?

Pues ojalá que sientan que el tiempo dedicado a escuchar mi disco ha estado bien invertido, sería un privilegio poder contribuir de esa manera al día a día de las personas. A parte de esa esperanza, y si hay alguna persona que resuene con lo que narro en el disco, que pueda sentirse acompañada y arropada, que sepa que no está sola y tampoco loca.

Quizá todavía sea pronto para hablar de gira o conciertos, pero ¿Podremos disfrutar del álbum en directo pronto?

Eso seguro, tenemos varias fechas por confirmar, sobre todo de cara a este otoño/invierno para presentar el disco, una banda maravillosa y un equipo preparado para presentaros en directo “Canciones para olvidarte”. Va a ser una experiencia maravillosa y me muero de ganas por compartirla con todos vosotros.

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