En #VEINDIGITAL charlamos con la diseñadora valenciana sobre su última colección, ‘I-D’, resultado del autoconocimiento.
María Baldaquí, diseñadora por la EASD de Valencia, presenta su nueva colección I-D, que nace de la recuperación de un trauma y de cómo este tipo de acontecimientos conllevan cierta pérdida de la personalidad hasta reducirte a un recipiente vacío.
La propia diseñadora habla de los traumas que concretamente incluyen un tipo de manipulación psicológica. Durante este curso, la vida, sentimientos y recuerdos quedan ligados a otra persona, hasta el punto de perder los propios. Pedir ayuda y comenzar un proceso de autoconocimiento es una parte esencial de la curación, y en eso se ha basado I-D.
La colección de Baldaquí contiene un total de 31 looks dividos en tres bloques que corresponden a las tres fases del proceso: antes del trauma (la masa), una vez ha pasado (descomposición) y cuando empieza la reconstrucción (renacer). En #VEINDIGITAL hablamos con María sobre su nueva colección, el proceso de creación y el vínculo creativo con sus propias vivencias personales.
En esta nueva colección hablas de la personalidad, ¿cómo definirías la de Baldaquí?
La personalidad de Baldaquí es segura, con una gran capacidad de introspección y voluntad para mejorar constantemente. Es la personalidad de alguien que respeta sus propios tiempos y que no busca una aprobación externa, ya que la suya propia es la más difícil de conseguir.
¿Por qué I-D como título para esta nueva colección?
I-D es la abreviatura de identificación. La definición y resumen de uno mismo.
¿Cómo ha evolucionado tu personalidad hasta ahora? ¿Cómo se ha visto reflejado en esta nueva colección I-D?
Mi personalidad desde hace un año puedo decir que no ha cambiado tanto, si no que ha evolucionado. He reforzado todas mis partes buenas y mejorado las malas, por lo que considero que actualmente soy una mejor versión de mí, con más amor propio y contundencia en mis decisiones. Dentro de la marca se ha reforzado la identidad, al mismo tiempo que me he obligado a trabajar con elementos que antes descartaba por completo ya que simplemente no sabía cómo gestionarlos; ahora trato de salir de mi zona de confort al crear para llevarlos a mi terreno y poder producir colecciones más interesantes.
El proceso de autoconocimiento que estás experimentado, ¿te ha ayudado a conocerte también como diseñadora?
Totalmente. Una de las patas de las que más cojeaba era el no estar segura de lo que hacía y por lo tanto sentir miedo al error. Esto daba como resultado diseños bonitos y con sentido, pero a la larga muy similares cuando ni siquiera me había graduado. Ahora experimento e investigo más, aparte de aprender del error y mejorar.
¿Cómo podemos ver reflejado en las prendas esas tres fases de las que hablas: la masa, la descomposición y el renacer?
La clave está en la colorimetría y las formas. Los looks de la primera fase son todos en blanco y negro, con estructuras rectas y rígidas y elementos opresores; en la segunda fase se suman el rojo y el azul oscuro y las prendas empiezan a descomponerse y transparentarse dejando ver mucho más el cuerpo comunicando la idea de desnudez y vulnerabilidad. Por último, en “renacer” los colores rojo y azul se sustituyen por el verde y se crea una composición mucho más armónica y compensada de prendas estructuradas y fluidas, manteniendo elementos de las anteriores fases dando a entender que todo este proceso es un aprendizaje.
¿Cuál es el proceso de creación para tus diferentes líneas?
El proceso de creación ha sido literalmente el seguimiento de mis sesiones de terapia. Desde que empecé hasta que llegué a un punto muy alto de superación. También es por eso por lo que, a la hora de ver la colección entera, la última fase es la que menos looks tiene, busqué ser lo más sincera posible y dado que esta colección fue mi TFG y tenía fecha de entrega fue hasta donde llegué. No me planteo alargarla más porque creo que así es más real.
En tu anterior colección hablabas de la libertad de expresión, el machismo y la homofobia, y en esta de la salud mental. ¿Es importante para Baldaquí incorporar en sus diseños también temas sociales?
El diseño, aparte de ser un recurso comercial y estético, lo considero una herramienta. Creo que a estas alturas podemos ver temas sociales en casi todos los proyectos que he hecho y que haré, simplemente porque son temas que influyen en el día a día y que sea como sea quiero aportar mi granito de arena.
¿Cómo es, para una persona que está entrando al mundo de la moda, conseguirse hacer un hueco y darse a conocer?
Es algo muy difícil por los recursos y la comunicación. La gran cantidad de creadores y redes sociales que hay ahora mismo hacen mínima la posibilidad de que alguien novel entre en ese mundo porque, aunque te viralices, suele durar muy poco por la gran cantidad de información que se recibe todos los días.
Además, para una sola persona crear y confeccionar toda una colección supone una inversión de tiempo y dinero que muchas veces no tenemos ya que debemos tener otros trabajos para poder mantenernos.
Durante tu última entrevista con VEIN comentaste que querías ver a Baldaquí “bien consolidado, conocido, con una producción perfecta de los diseños y con unxs clientxs felices.” ¿Se han hecho realidad alguno de los deseos que te proponías durante este último año? ¿Sigues teniendo los mismos?
Eso es algo que aún no he conseguido y que obvio sigue siendo el objetivo de la marca, pero como ya comenté es algo que llevará el tiempo que le haga falta y que mínimo era en vista a 5 años. Este año empezaré a abrir pedidos por encargo e iré poco a poco; aún sé demasiado poco de la industria como para poder hacer las cosas bien. Lo bueno lleva su tiempo y no espero menos de Baldaquí.
Dirección creativa: Maria Baldaquí
Prendas: Baldaquí
Fotografía: Jordi Terry
MUA: Meritxell Quevedo
Modelos: 5.0 Models y Elvira Ridao
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