El artista no binare resurge de las cenizas con su segundo EP con el que reinventa su sonido.
Megane Mercury nos habla en su segundo EP de su relación fallida, del desamor. Un disco que le hubiera gustado que su yo adolescente hubiese escuchado tras su primera ruptura. Con él se distancia del sonido al que nos tenía acostumbrados.
En Desamor y Pop Rock para Adolescentes encontramos letras que hablan del dolor, del sufrimiento cuando una relación termina mal, pero de la que siempre aprendemos. Habla del dolor, de la rabia, de la pena, el olvido. También de las enseñanzas que sacamos de todo ello. Al final, el tiempo nos ayuda a superarlo.
Este artista que graba desde su habitación en Leganés, se ha convertido en icono de la nueva escena creativa diaspórica de Madrid. Todo el disco es una carta a su expareja, con quien rompió y por quien tuvo que dejar su casa. Nos cuenta que una de sus mejores amigas le acogió. Las fiestas para no pensar. La negación a abrirnos a un nuevo amor. Una historia cercana, que nos muestra sin pelos en la lengua, pero con una idea clara: no quiere volver a esa tristeza. «Me han disparado el corazón».
Un sonido que muestra su sensibilidad, rodeado de guitarras, con el que se aleja de su sonido anterior con Fr333 B33f, mucho más cerca del ritmo urbano. En ese primer EP la lucha antirracista y su identificación como persona no binaria estaban muy presentes, como nos contó en una entrevista para #VEINDIGITAL el año pasado.
Retrato de Megane Mercury. Foto de Gore Papi
En una nota para la prensa, Megane Mercury nos cuenta: ‘soy consciente de que estas experiencias traumáticas me han marcado de por vida, de que ya no volveré a ser el mismo pero eso también está bien y por ello seguiré contando mi historia, mis vivencias y emociones, explorando diferentes géneros musicales, aquellos que me permitan contar mejor lo que quiera contar’.
¿Cuánto dura este dolor? Yo lo que quiero es amor
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