Moda y colonialismo: sobre la ropa-basura que nadie quiere

23 / 02 / 2023
POR María Quiles

Cada año millones de toneladas de ropa-basura acaban formando parte del famoso mercado de segunda mano de países tercermundistas que tampoco las necesitan ni las quieren.

Joshua Ganyobi Odamtten / The OR Foundation

15 millones de prendas desgastadas, más que utilizadas y de segunda mano son enviadas a Ghana cada semana. Toneladas de ropa que ya nadie quiere y que han sido parte de los armarios más consumistas de lugares como América, China o Europa. La Fundación Or y el Vestiaire Collective están luchando y presionando para conseguir normativas que beneficien a los países que reciben toda esta ropa. En #VEINDIGITAL ya hablamos de esta problemática y dejamos claro que África tampoco quiere la ropa que nosotros no usamos.

Kantamanto es uno de los mayores mercados de segunda mano en Accra, donde se revenden, reparan y reciclan estos enormes volúmenes de ropa vieja. Sin embargo, la calidad de esos productos cada vez empeora más. El 40% de todo lo que llega allí son artículos sin valor, prácticamente basura que va directa a los vertederos. Esto supone el endeudamiento de los locales minoristas, que son incapaces de recuperar el dinero invertido en prendas que al final no pueden vender. Según la Fundación Or, una organización sin ánimo de lucro que trabaja con la comunidad de Kantamanto, el comercio de segunda mano es toda una estrategia de gestión de residuos para la industria de la moda.

Accra tiene todos sus vertederos a rebosar por este motivo: acumulación de ropa inservible. Según la Fundación Or, el problema realmente está cuando estas prendas acaban ensuciando su costa y dejan imágenes de playas cubiertas por montones de tela o plástico.

Esta problemática ha llamado la atención de los reguladores y ahora son muchas las marcas que apuestan por la responsabilidad de la vida útil de sus prendas. Estos sistemas de responsabilidad todavía no se han definido, pero tienen el foco de sus objetivos en países como Ghana. Actualmente Francia es el único país que ya cuenta con este tipo de regulación gracias a Refashion.

La Fundación Or, en una propuesta apoyada por el grupo Vestiaire, lucha por esta problemática y en contra del desperdicio de ropa. Una campaña que pretende influir en las políticas de este tipo dentro del marco de la Unión Europea. Quieren conseguir que de aquí a 10 años se consiga una eliminación progresiva de estas toneladas de ropa sin vida.