Paloma Suárez: “Para alcanzar tu mejor versión, primero tienes que ser valiente”

19 / 02 / 2024
POR Irati Fernández

Nos colamos en el backstage para hablar con la diseñadora sobre BRAVE. Boinas militares, sastrería y botas metalizadas dan vida al universo creativo de su nueva colección.   

La nueva colección de Paloma Suárez, recién presentada en la MBFW, nos habla de decisiones difíciles, de saltar al vacío y del proceso de hacernos valientes. Su mensaje sobre la importancia de ser fiel a uno mismo y disfrutar de la propia individualidad se ve subrayado por la diversidad de modelos y estilos representados en BRAVE. 

Conocida por sus diseños vibrantes y estilos urbanos, Suárez se aleja en esta ocasión de su paleta de colores habitual para reflejar la profundidad emocional de la valentía, que se traduce en una colección más seria y definida. La colección se inspira en el estilo militar y la meticulosa disciplina de la sastrería, fusionando además texturas como el efecto piel, las lentejuelas, los bordados y los acolchados. Además, los complementos brillan con especial intensidad, desde las maxi botas metalizadas hasta las boinas de estilo militar en blanco y negro, así como los kitten heels adornados con grandes hebillas.

Nos tienes acostumbrados a ropa muy llamativa no sólo por sus detalles o sus volúmenes, sino también por una paleta de colores viva, de verano intenso. En esta ocasión por primera vez te alejas de tus colores fetiche para dar paso a otros más invernales.

Siento que el color es el altavoz más grande que tenemos para expresarnos, para comunicar, para conectar con el público. Dentro de los elementos estéticos, las líneas y las texturas aportan mucha información, pero creo que el color es la forma más directa de representar un sentimiento. BRAVE habla de la fuerza, la valentía, la lucha… Todo eso sale muy de dentro, y cuando alguien pasa por una fase en la que tiene que tomar decisiones duras, fuertes… esa fase no es tan luminosa, intensa y alegre. Muchas veces pasas por etapas más oscuras de dudas, incluso de melancolía, de pensar si te va a salir bien o mal, si estás equivocándote… La paleta de color que he elegido me parece que refleja mucho más este nuevo universo.

Al mismo tiempo es como más seria, más adulta, más definida. También quería tener una gama cromática más amplia que mucho público y mucho mercado demanda y quizás no había estado tan presente en colecciones anteriores, pero también es una cuestión de mensaje. Cada colección tiene una historia detrás y quería que en esta se transmitiese ese mensaje de superación, de fuerza, de lucha, que finalmente se convierte en la luz, en el brillo, en los metalizados que están presentes, en los rojos muy puros, en los azules. Un proceso completo de cómo empiezas a ser valiente.

También son inseparables de tu marca la estética urbana y el streetwear, desde que empezaste a pintar zapatillas con doce años. ¿Dónde encontramos esta inspiración en BRAVE?

Totalmente. Es bastante gracioso, me cuesta hacer una colección en la que no haya varios estilos a la vez. Soy la primera de que en un momento dado voy en chándal y después me pongo un vestido de lentejuelas.

Me gusta siempre reflejar en mis colecciones que todo puede ir de la mano y que todos nos vestimos en diferentes momentos, lo importante es que esos estilos estén dentro de un mismo universo, de una misma filosofía y de una misma estética.

Encontramos nuestros looks urbanos super característicos y también un desarrollo hacia la sastrería, la fiesta, eventos de alfombras y demás. Pero todos juntos, como me gusta hacerlo siempre. A pesar de que pueda interpretarse como algo raro, realmente para mí lo raro sería encasillarme en solamente vestir un momento puntual del día, porque constantemente somos personas diferentes en diferentes momentos y con distintas necesidades.

Cada temporada buscas representar una emoción o un sentimiento. En esta colección has representado la valentía, ¿por qué has acudido al estilo militar para llevarlo a cabo?

Tenía ganas de trabajarla porque históricamente siento que a nivel de vestuario tiene una sastrería muy apetecible: los botones, los detalles, las boinas… Siempre han sido muy inspiradores para distintas marcas de moda. Yo nunca lo había hecho y me parecía que era el momento ideal. De hecho, me apetece mucho que lo vean porque realmente tiene elementos que lo identificarán, pero claro, es un militar Paloma Suárez.

¿Cómo es tu proceso creativo a la hora de plantearte una colección como esta?

Siempre empieza con el mensaje, para mí es muy importante aprovechar el altavoz que tenemos como oportunidad para contar algo. Intento hacer un análisis introspectivo: intuir qué está pasando, qué sentimientos, qué energías, qué emociones están vibrando, qué es lo que tenemos dentro, qué tenemos que soltar. Creo que todos los artistas nos desahogamos y comunicamos mucho a través de nuestro arte. 

Para mí el año 2023 fue maravilloso y conseguimos grandes hitos que culminaron con Glow Up, que representó ese momento de encontrarte en tu mejor versión. Pero para llegar hasta allí hay que pasar por todo este proceso de valentía, de enfrentarse a dudas, de preguntarse y de tomar decisiones arriesgadas. Cuando te das cuenta de que ser valiente es la mejor opción, llegas a tu Glow Up. Estamos en nuestro mejor momento, pero para eso hemos tenido que ser muy valientes. 

Y, en general, ¿cuál es tu parte favorita del proceso?

Lo que más me cuesta es saber qué quiero contar, qué le voy a decir al público en esta ocasión. Una vez que lo tengo claro, empiezo con el nombre, hasta que de repente llega.

Pasado ese punto, mi parte favorita es elegir los tejidos. Paso mucho tiempo buscando con mis proveedores, viendo, analizando… Soy muy puntillosa en que la paleta de color sea exactamente la que yo quiero, que es bastante complicado. Luego las texturas y los acabados, tienen que permitirme hacer todo lo que quiero. Una vez que tengo los tejidos, las siluetas salen solas.

Muchas veces vemos en tu trabajo un énfasis en alguna técnica concreta o en artesanías tradicionales. ¿Hay alguna técnica que haya tenido especial importancia en esta colección?

En esta colección, lo que prima sobre todo es la sastrería con las chaquetas y demás. No es una técnica de artesanía como puede serlo un macramé, pero tiene una tradición y una disciplina: es el buen patrón, las líneas pulidas, muy definidas, que llevan mucho proceso, todo rematado manualmente. Es donde más nos hemos focalizado en esta ocasión, en ser muy exquisitos. 

La parte más de artesanía, de cosas nuevas, está esta vez en la joyería. Hemos colaborado con dos firmas de la isla de La Palma, 3nueve studios y Petisco. Petisco me fascina, hace un trabajo súper diferente. Tiene una identidad tan única que es difícil de describir. Ha creado joyas que están hechas en madera. Es impresionante, porque realmente estás viendo una obra de arte en miniatura. Que además no pesa nada. Un talle. Y unas formas tan orgánicas, pero tan pulidas, tan perfectas… dan ese punto orgánico al toque más vanguardista y futurista que siempre tiene nuestra línea de colección. Es el mix perfecto.

Y estoy deseando que se vea, porque siento que es un punto muy a tener en cuenta y porque me gusta darle un espacio también a artesanos que tienen su taller en una pequeña isla recóndita, y que están haciendo un trabajo brillante.

Has trabajado mucho para los escenarios, y cantantes como Aitana, Paulina Rubio, Chanel… ¿Cuáles son las particularidades de vestir para los shows?

Disfrutamos muchísimo cuando hacemos vestuario para shows, aunque es cierto que tienen unas pautas muy específicas que hay que tener en cuenta. Se tienen que mover mucho, y el patrón es muy importante para otorgarles toda la movilidad y la flexibilidad que necesitan artistas de este tipo. Además pasan muchísimo calor, porque están todo el rato con focos muy potentes, en movimiento, bailando… Hay que tenerlo muy en cuenta y hacer que todo sea muy transpirable. Y sin renunciar a la construcción, la estética…

¿Y hay alguien a quien te haya hecho especial ilusión vestir?

La verdad es que hemos vestido a personas increíbles que jamás en mi vida hubiera pensado, decirte un nombre de repente me parece imposible. Me hizo muchísima ilusión vestir a Chloe y Halle Bailey, fueron las dos primeras grandes celebrities que vestí. Lo hicimos para los Beta Awards. Después fueron las teloneras de Beyoncé y les hice todo el tour en América. Les guardo un cariño impresionante, porque fueron las primeras y por todo lo que significan. Tenemos un feeling súper guay de ellas con la marca y de la marca con ellas. Normani me hizo una ilusión inmensa. Rita Ora… En fin. Es una pregunta difícil (risas). 

Llevas por bandera el Made in Spain, la artesanía y el savoir faire. ¿Cómo es emprender en España?

Es muy complicado emprender. Yo creo que es difícil en cualquier país, pero en España es cierto que las condiciones que tenemos no son extremadamente favorables. Entonces, bueno, creo que eso también es de ser valiente. Cuando la gente me pide consejo les digo que yo me lancé a la piscina sabiendo que no tenía agua. Es decir, sabía que me iba a dar un golpe, que me iba a doler, que iba a pasar y aún así quería hacerlo. Te lanzas al vacío y ya luego buscas la solución, porque si estás esperando el mejor momento, nunca va a aparecer. Cuando no es una cosa es la otra, y en realidad nunca es el momento perfecto para nada. 

Todo supone muchísimo dinero, pero una vez estás con las mangas remangadas y en el fango, buscas todas las opciones posibles, estás alerta. Aprendes a convivir con esa frustración, a darle una vuelta. Yo creo que a mí en algunos ámbitos me ha venido bien ser de recursos limitados, porque he experimentado muchísimo mi creatividad y mi forma de buscar soluciones.

También se identifica a tu marca con el pret-a-porter. ¿Crees que si la situación fuera otra hubieras tirado más por la alta costura?

Sí, de hecho es que soy una friki absoluta de la alta costura, por eso siempre intento hacer guiños: de artesanía, de técnicas… Algo dentro de mí siempre está muy vinculado a esto, porque yo me acuerdo de que lo que me hizo amar la moda era ver los vídeos de las manos de los talleres de las grandes casas de la moda, todos esos procesos manuales. A mí eso me fascinaba. En España no podemos tener ese modelo porque no sería rentable ni factible, pero intento siempre poner algo que me haga enamorarme de mi oficio intentando mantener ese ritmo y ese nivel.

Has sido profesora de moda en la universidad. ¿Hay algún consejo que les dieras a tus alumnos y que quieras darle a la gente que está empezando en el sector?

Lo que les suelo decir (y siempre les digo “yo no os he dicho esto”), es que no hagan caso a los profesores. Esto lo digo porque aunque como profesores siempre intentamos hacer lo mejor por cada uno de nuestros alumnos, al final es cada uno quien realmente sabe lo que tiene dentro, sus capacidades, sus inquietudes, sus gustos, sus pasiones… Es súper importante hacernos caso, obviamente, pero por encima de todo te tienes que escuchar a ti, tener tu criterio, tener tus ideas muy claras, saber muy bien qué es lo que te apetece. Puedes confiar en la voz de un profesional, dejarte guiar y ayudar, pero nunca perderte a ti mismo.

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Fotos y texto por Irati Fernández