¿Qué hacer si tus ‘nudes’ terminan en Internet?

13 / 02 / 2020
POR David Alarcón

La difusión sin consentimiento de imágenes de contenido íntimo es un problema cada vez más frecuente. Te damos las claves para afrontarlo de la forma más efectiva.

Nu couché – Modigliani

No hay duda de que las redes sociales han contribuido a hacer nuestra vida más fácil en muchos aspectos. El rápido acceso a la información o la posibilidad de contactar con nuestros amigos y familiares cuando y donde deseamos son tan solo una pequeña muestra de las ventajas que ofrecen. Sin embargo, las aplicaciones móviles esconden, a su vez, una cara B no tan agradable. La difusión en tiempo récord de noticias falsas o ‘fake news’, la sobreexposición de menores en redes como Instagram o el uso abusivo e indebido de nuestros datos personales son tan solo algunos de los inconvenientes consecuencia de estas nuevas plataformas. Nosotros, como usuarios, podemos aminorar y amortiguar los fatales efectos fruto de un uso incontrolado, leyendo las condiciones de los servicios que contratamos vía online o protegiendo nuestros dispositivos con contraseñas y patrones.

Sin embargo, eludir las secuelas más dañinas de las redes sociales no está solo en nuestra mano. La difusión de ‘nudes’, fotos en las que se muestra alguna parte o un desnudo total del cuerpo, por parte de terceras personas se ha convertido en un fenómeno cada vez más frecuente. Celebridades como Jennifer Lawrence, Scarlet Johansson o Rihanna ya han sido víctimas de este tipo de actos deplorables, viendo sus fotografías íntimas publicadas sin su consentimiento. Pero este problema no afecta únicamente a rostros conocidos, sino a miles de mujeres de todo el mundo.

Organizaciones especializadas en la materia como ‘Who We Are’, una plataforma sin ánimo de lucro cuyo objetivo es combatir las invasiones de la privacidad en la web, así como perfiles y bloggers abiertamente feministas como @_f3minista___, nos dan las claves para saber afrontar esta difícil situación

1.MANTENER LA CALMA Y NO ENTRAR EN PÁNICO

El primero de los consejos, en el caso de que nuestros nudes acabasen en Internet, pasa por intentar mantener un estado de tranquilidad y sosiego“Responde rápidamente, muéstrate confiada y cuéntaselo a las personas en las que más confías” recomiendan. De acuerdo con un estudio conducido por la Universidad de Yale, más del 80% de las víctimas experimentan una severa ansiedad y angustia al averiguar que sus fotografías íntimas han sido publicadas en la red. No es de extrañar que el damnificado experimente una sensación de intranquilidad y desesperación al recibir la noticia. No obstante, resulta imprescindible esforzarse por mantener la calma, adoptar una perspectiva racional y pasar a la acción lo antes posible.

2. RECOPILAR EL MÁXIMO DE EVIDENCIAS EN EL MENOR TIEMPO POSIBLE

«Toma capturas de todos los que han compartido tus fotos, sus perfiles y anota el sitio web” recomiendan desde las distintas plataformas de apoyo a las víctimas. Esto ayudará a identificar a los infractores, poniendo nombre y apellido a todos y cada uno de los perfiles que decidieron compartir tu publicación en redes sociales. Las capturas de pantalla o screenshots constituyen una forma eficaz de dejar constancia del delito, permitiendo posteriormente acompañar la denuncia con documentos gráficos. Mantente en contacto con las personas más próximas de tu entorno, aquellas en las que más confías; ellas también pueden ser testigos de la difusión, pudiendo recopilar el máximo de información posible. Además, es importante que quede constancia de la fecha y la hora en la que fueron compartidas las publicaciones; esto permitirá saber quién fue el impulsor del condenable acto y quiénes decidieron continuar la transmisión

3. DENUNCIAR ANTE LA LEY

El último paso consistiría en denunciar ante la ley, existiendo tres formas de interponer la denuncia: por teléfono, vía Internet o a través de correo electrónico. No hay que olvidar que todos aquellos que compartan las fotos serán considerados cómplices del delito, pudiendo éste acarrear penas muy severas. Hasta el año 2015, el derecho penal no incluía como delito la difusión de material íntimo. Sin embargo, la proliferación de este tipo de acontecimientos desembocó en la modificación del artículo 197 del Código Penal, que describe los delitos tipificados para el descubrimiento y revelación de secretos. Esta decisión trajo consigo una modificación en las condenas, estableciendo una pena de prisión de entre tres meses y un año para aquellos que difundan o cedan imágenes o grabaciones de terceros sin autorización, obtenidas en domicilio particular o en cualquier otro lugar fuera del alcance de la mirada de terceros.

No solo se enfrenta a pena de prisión el iniciador. Todas las personas que decidan continuar compartiendo el contenido se convierten automáticamente en cómplices, enfrentándose a una pena de entre seis meses y dos años de cárcel.