Pepa Salazar: «Me gustaría que volviese a existir la industria textil en nuestro país»

06 / 10 / 2020
POR María Leache

Hablamos con la diseñadora sobre su nueva propuesta, una colección inspirada por lo cotidiano, concebida y desarrollada durante el reciente confinamiento.

Un maillot de danza clásica es el punto de partida de la nueva colección de Pepa Salazar. Durante el reciente confinamiento que llegó a paralizar el mundo, la diseñara encontró esta pieza rebuscando en sus armarios y decidió construir una historia en torno a ella. Y es que, los días se sucedían y el uniforme para superar la cuarentena era el mismo. Así, llegó a la conclusión de que, sufriendo una crisis sanitaria de estas características, la moda parecía haberse convertido en algo completamente prescindible. Un sentimiento frustrante e inspirador a partes iguales que la diseñadora valenciana utilizó para construir una colección que aspira a poder ser llevada a lo largo de las 24 horas. Mezclando el sportswear con el ready to wear, esta nueva propuesta está compuesta por piezas cómodas y versátiles, para así alargar la vida útil de cada prenda.

Con esta colección, Pepa Salazar quiere cambiar las dinámicas establecidas en la industria y rehuir de la temporalidad. Siguiendo su filosofía de moda lenta, apuesta por la producción de proximidad y el aprovechamiento de las prendas. Piezas que nacen con una aspiración de durabilidad para apostar por un consumo más ético.

Hablamos con ella para conocer más sobre la colección, su presentación y cómo cree que va a evolucionar la industria tras la pandemia.

Acabas de presentar una nueva colección que nace durante el reciente confinamiento, ¿cómo ha sido el proceso creativo sin poder salir de casa?

Complicado, como para todos supongo, pero también he tenido bastante tiempo para la introspección.

Está pensada para ser llevada “24 horas”, ¿cómo la definirías?

Es una colección que trata el concepto de la practicidad y la funcionalidad, y cómo esto puedo alargar la vida de las prendas (consumo responsable). Son prendas concebidas para adaptarse a nuestros cambios de vida y a nuestros nuevos hábitos.

¿Qué mensaje quieres transmitir con tus diseños?

Me gusta reflexionar en cada colección sobre cosas diferentes, pero creo que los diseñadores tenemos una plataforma que debemos usar para plantear y crear ideas que sean el reflejo de las necesidades sociales del presente. Un diseñador no debe estar desconectado de la realidad y debe aportar soluciones. En cuanto a la estética que identifica los volúmenes de mis prendas, trabajo experimentando con formas geométricas en el cuerpo de una manera femenina.

Este año no ha habido desfile para presentar tu nueva colección, ¿qué ha supuesto esta decisión?

Excepto en EGO, todos mis desfiles han sido OFF. Llevo varias temporadas sin presentar las colecciones en formato desfile por lo que para mí no supone un gran cambio esta decisión. Creo sinceramente que esta temporada totalmente nueva ofrece la posibilidad de experimentar con nuevos formatos, que en otro momento quizás habrían pasado desapercibidos o enterrados por el ruido de los desfiles. Es un buen momento para experimentar, como están haciendo en otras pasarelas, con nuevas formas de comunicar que sean más reflexivas.

El punto de partida de la colección es uno de tus maillots de danza clásica, ¿qué significa para ti esta pieza?

Es algo muy subjetivo porque bailé mucho de pequeña, lo recuerdo con mucho cariño. Es una prenda muy cómoda, increíblemente práctica y ágil, pero muy femenina.

En alguna ocasión has comentado que lo interesante es no tomar referencias directas de moda, sino de cualquier otra disciplina, ¿cuáles son las tuyas?

Realmente cualquier cosa puede servirte de referencia. De dónde sacas la inspiración o qué te hace pararte y reflexionar depende mucho de la capacidad que tiene cada persona de mirar a su alrededor.

¿La crisis sanitaria ha cambiado nuestra forma de entender la moda?

Al inicio de la pandemia mucho se habló de lo poco sostenible que es nuestra industria y todos los cambios que necesita. Creo de verdad que esto le hizo pensar a mucha gente porque en momentos así es cuando percibes tu trabajo como algo totalmente prescindible y eso es frustrante. En mi opinión, creo que hay marcas que empiezan a liderar un cambio hacia algo menos superficial, más inclusivo y más sostenible, y espero que esto acabe por convertirse en la norma.

Ahora más que nunca, parece que esta industria se está alineando hacia un camino más sostenible y con ritmos de producción más lentos, ¿vamos a empezar a invertir más en prendas atemporales o seguiremos persiguiendo las últimas tendencias?

La moda habla de tendencias (el término lo lleva implícito). Es inevitable que si estamos en un sistema que se basa en comercializar y ofrecer tendencias para lucrarte económicamente, la audiencia consuma tendencias. Pero también es importante educar al consumidor, que aprendamos a comprar. Nuestra idea de una buena compra baraja diseño, calidad, y precio, pero puede ser que este último factor es lo que nos haga sentir que hemos realizado una buena comprar o encontrado “una ganga”. La relación es a menor precio, mejor compra. Esto es lo que tenemos aprendido, pero realmente puede ser una equivocación. Si nos paramos a pensar que hemos comprado una camiseta a 5€ debemos pensar qué ha ocurrido en esa cadena de producción para que el precio de venta al publico sea tan barato.

También parece que la producción será cada vez más local, ¿dónde se producen las colecciones de Pepa Salazar?

Siempre en España. Trabajamos con talleres pequeños que tienen mucha calidad en la confección, aunque el precio sea más elevado.

¿Cómo te gustaría que evolucionase tu marca en un futuro?

Me gustaría que volviese a existir la industria textil en nuestro país.