Las 7 películas de Ingrid Bergman en el exilio

29 / 08 / 2017
POR Jaime Martínez

Tras ser declarada ‘persona non grata’ por el propio Senado de los Estados Unidos, la actriz protagonista de ‘Intermezzo’ y ‘Casablanca’ abandonaba Hollywood para refugiarse en Italia junto al director de cine Roberto Rossellini. Un destierro de 7 años durante el que tendría 3 hijos y grabaría 7 películas.

 

 

Ligando éxito tras éxito con títulos como Casablanca (1942) o Por quién doblan las campanas (1943), convertida en musa de Hitchcock y con un Oscar a sus espaldas por Luz que agoniza (1944), Ingrid Bergman (1915/1982) abandonaba su carrera en Hollywood vilipendiada por una opinión pública que le daba la espalda y con el Senado de Estados Unidos declarándola ‘persona non grata’ en una votación extraordinaria a instancias del Senador por Colorado Edwin C. Johnson. La razón, haberse enamorado de Roberto Rossellini. El motivo de tanta inquina, que ambos estaban casados y el mismo público que la había admirado, se arrogaba ahora el derecho de juzgar su vida privada.

Un escándalo que comenzaba con una carta de la actriz sueca dirigida al director italiano tras ver Roma, città aperta (1945), en la que le declaraba su deseo de poder realizar una película juntos. “Creo que en la raíz de mi alma me enamoré de Roberto en cuanto asistí a la proyección”, escribiría años más tarde en su biografía, “me ofreció la solución a mis dos problemas capitales: Hollywood y mi matrimonio”.

Con motivo del aniversarios del nacimiento y el fallecimiento de la actriz este 29 de agosto, repasamos las películas que realizó durante su destierro europeo. Una sucesión de obras maestras – y fracasos de taquilla – con las que demuestra una vez tras otra porque es una de las actrices más laureadas de la Historia del Séptimo Arte.

 

1. ‘Stromboli, tierra de Dios’, 1950.

Sería la primera de las 6 películas que rodaría junto a Rossellini. En ella Bergman interpreta a Karin, una mujer lituana atrapada en un campo de refugiados de Italia que en su desesperada búsqueda de libertad contrae matrimonio con Antonio, un soldado italiano que vuelve del frente. Juntos se trasladarán a la pequeña isla de Stromboli, donde Karin deberá aprender a vivir en una prisión de soledad.

A pesar de estar considerada a día de hoy como una de las obras maestra del neorrealismo italiano, la cinta fue duramente criticada. Los medios de comunicación, sobre todo los norteamericanos, no veían con buenos ojos no ya la relación extra matrimonial entre Bergman y Rossellini, sino que la actriz se hubiera quedado embaraza durante el rodaje de la película estando todavía casada con Petter Lindström, padre de su hija Pia (1938).

 

Ingrid Bergman durante el rodaje de ‘Stromboli, Terra di Dio’, 1950.

 

2. ‘Europa 51’, 1952.

Después de haber dado a luz al pequeño Roberto (1950) y a las gemelas Isotta e Isabella (1952), Bergman interpretaba en esta segunda película junto a su ya marido el papel de la frívola Irene Girard. Una mujer burguesa que comenzará a cuestionarse su modo de vida, conducta y valores tras el grave accidente de su hijo Michele.

Un amargo relato en el que vuelven a estar presentes tanto las características técnicas como el trasfondo moral de toda obra de Rossellini. Poniendo en entredicho la evolución de nuestro modelo de sociedad, la cinta incide en la soledad y la desconexión como características cada vez más inherentes a las relaciones humanas.

 

Fotogramas de la película ‘Europa 51’ y fotografía de Ingrid Bergman junto a Roberto Rossellini durante su grabación, 1952.

 

3. ‘Nosotras las mujeres’, 1953.

Divida en cuatro episodios y un prólogo, la película supone un bello experimento cinematográfico de corte neorrealista en el que cuatro famosas actrices, bajo las ordenes de cuatro directores diferentes, se interpretan a sí mismas en situaciones aparentemente cotidianas de su día a día.

Además de la participación de Ingrid Bergman, cuyo episodio fue dirigido por Rossellini, la cinta contó con las interpretaciones de Alida Valli, Isa Miranda y Anna Magnani, dirigida en su caso por Lucchino Viconti. La participación de ‘La Magnani’ – amante y musa de Rossellini antes de la llegada a Italia de Bergman – aportaba el aliciente de poder verlas compartiendo sino escenas, sí un mismo cartel.

 

Fotogramas del episodio de Ingrid Bergman en ‘Siamo Donne’, 1953.

 

4. ‘Te querré siempre’, 1954.

Con unas inolvidables escenas rodadas en Pompeya, en esta última cinta de la conocida como “trilogía de la soledad”, junto a Stromboli y Europa 51, Bergman interpreta a Katherine Joyce. Una adinerada mujer que viaja en compañía de su marido (George Sanders) desde Londres hasta el sur de Italia, para ultimar la venta de una villa recientemente heredada.

Basada en la novela Duo (1934) de la escritora y cabaretera francesa Colette, la película narra los desencuentros y las continuas peleas del matrimonio, convertidos en dos extraños una vez que abandonan su marco tradicional de convivencia. ¿Lograrán superar sus diferencias y reavivar la llama allá donde solo quedan ya cenizas?

 

Fotograma de ‘Viaggio in Italia’, 1954.

 

5. ‘Juana de Arco en la hoguera’, 1954.

La cinta no resulta una película al uso, sino que surgió de la filmación de un montaje teatral ideado por Rossellini y protagonizado por Bergman, durante su estreno en el Teatro San Carlo de Nápoles en 1953.

El libreto nació como una reinterpretación del oratorio dramático de Arthur Honegger basado en un poema de Paul Claudel. Con la obra Bergman retomaba su faceta de actriz teatral llevando esta interpretación de Juana de Arco a los escenarios de media Europa. Un papel el de la ‘Doncella de Orleans’ que ya había interpretado sobre los escenarios de Broadway en el 47 y llevado a la gran pantalla en el 48, habiendo recibido por ellos un Tony y su cuarta nominación al Oscar respectivamente.

 

(1) Ingrid Bergman junto a Roberto Rossellini en el Teatro alla Scala de Milán, 1954. (2) Fotograma de la grabación de ‘Giovanna d’Arco al rogo’ durante su representación en Nápoles, 1953.

 

6. ‘La paura’ o ‘Ya no creo en el amor’, 1954.

Una película, dos finales, y la última vez que grabaría junto a Roberto Rossellini. En esta ocasión Bergman interpreta el papel de Irene Wagner, una mujer casada y con dos hijos que asiste angustiada al desmoronamiento de su vida familiar tras recibir la visita de Johann Schultze, una mujer que amenaza con desvelar un terrible secreto.

Adornada con una brillante trama de suspense al más puro estilo Hitchcock, La paura, una coproducción italo-alemana, fue todo un fracaso comercial. Esto llevó al distribuidor italiano a volver a montar la película, modificando su duración y final, reestrenándola más tarde bajo el título Non credo più all’amore (Ya no creo en el amor).

 

Cartel promocional y fotograma de ‘La paura’, 1954.

 

7. ‘Elena y los hombres’, 1956.

Decidida a recuperar su carrera, Bergman borraba todo rastro de la tristeza y la angustia que caracterizaban sus interpretaciones a las ordenes de su marido para protagonizar, exultante y radiante de felicidad, esta alegre opereta dirigida por Jean Renoir.

Hasta entonces Rossellini se había resistido a que su mujer actuara para otro director que no fuera él, pero la amistad de la pareja con Renoir y su cada vez más profunda crisis matrimonial (y económica) le hicieron ceder. Su regreso triunfal a Hollywood llegaría aquel mismo año tras haberse hecho con el papel protagonista de Anastasia. Una producción de la Twentieth Century Fox rodada en Europa, y por la que recibiría el segundo de los tres Oscars de su carrera. Unos meses más tarde le preguntaría a su marido, “Roberto, ¿Quieres divorciarte?”, a lo que este le respondía “Sí. Estoy cansado de ser el señor Bergman”.

 

Ingrid Bergman junto a Mel Ferrer en ‘Elena et les hommes’, 1956.