Hablamos con el diseñador Enric Marti, quien nos presenta Loathed Reality, su nueva y esperada colección.
Si Enric Marti tiene clara una cosa, es que su éxito será fruto del esfuerzo y de un constante trabajo. Nosotros, de que lo que le espera por delante es un futuro brillante lleno de nuevos e ilusionantes retos.
Con la presentación de unos diseños rebosantes de originalidad y talento, consiguió encandilar a crítica y público haciéndose merecedor del Premio al Mejor Diseñador Modafad Fashion Awards 2015. La pasarela ModaFad es una plataforma reservada a potenciar la proyección internacional de los nuevos talentos emergentes, y se incluye dentro de la semana de la moda de Barcelona y de la pasarela 080 Barcelona Fashion.
Cada vez menos promesa y más diseñador, hablamos con Enric de cómo están siendo estos comienzos, de sus inquietudes, y de su próxima y esperada colección, con la que vuelve a demostrarnos que lo suyo, no es cuestión de suerte.
¿Cómo esta respondiendo esta primera colección?
Sorprendentemente genial. Nunca pensé que tendría tan buenas críticas, ni que mi imaginario más personal podría empatizar tanto con la gente.
A la hora de empezar a trabajar tus diseños, ¿en qué te inspiras?
Siempre digo que el concepto de «presencia» es en el que más intento hacer hincapié cuando me pongo a trabajar. Es una idea bastante compleja y mi obsesión por ella proviene de haber leído «El poder de las imágenes» de David Freedberg. Que lo consiga, ya es otro cantar…
Tanto en tu proyecto final de carrera como en esta colección, están muy presentes los utensilios de costura, añadidos o formando motivos dentro de las propias prendas, ¿qué representan para ti estas herramientas?
Mucho más allá de lo impresionante que pueda resultar una aguja, un bastidor de bordar, o el dejar una basta a medio ver, todo proviene del concepto que trabajé en mi colección final de grado.
¿Cómo era ese primer trabajo?
The Worship, que así se llamaba, hablaba de la relación parasocial que pueden llegar a mantener hoy en día un fan y la celebridad que idolatra, de la misma manera que cualquier creyente puede tenerla con su Dios. Una de las claves es el «vivir entre realidad y fantasía por supervivencia», y pensé que dejando elementos de costura a medio hacer, o integrados en las prendas, hacía un guiño al camino que existe entre ambos mundos vitales.
¿De qué manera seguiste trabajando esa idea para crear la nueva colección?
De hecho, esta colección Loathed Reality para el Otoño-Invierno 2016-2017, es una continuación de la anterior. Si en la primera lo traté desde un punto de vista más sociológico, ahora quería intervenir en la parte más emocional.
Mi idea ya era hacer una secuela, y todo empezó cuando escuché un speech de Lady Gaga que me llenó el alma, hablando de la regresión artística para sanarse uno mismo.
Cualquiera que analice tu colección se dará cuenta del trabajo artesanal que esconde cada una de las prendas, ¿en qué camino posicionarías tu trabajo?¿más cercano al Prêt-à-porter o a la Alta Costura?
¿Y la opción del demicouture? hahahaha, es curioso cómo en mi trabajo respondo a veces a la Alta costura, por su legado y tradición, y a su vez con el Prêt-à-porter, en la depuración de las prendas y la explosión de color.
Aclarado queda, hahaha. Hablemos ahora un poco sobre el sector y la industria, ¿cómo ves la situación de la moda en España?
En España, fatídica. Pienso que hay mucho talento pero poca ambición, y si le sumamos el tema de la falta de ayudas, sobre todo para los jóvenes diseñadores, podemos darnos con un canto en los dientes.
¿Y en un contexto internacional?
Fuera de aquí, sobre todo en las capitales Europeas, vemos cómo han sabido apreciar sin discriminación todas las ramas de la cultura y han querido protegerla con todas sus fuerzas. Seguimos sin aprender.
Hablando de aprender, cuéntame ¿dónde aprendiste?¿cómo han sido tus comienzos?
Estudié el grado universitario de diseño de moda en ESDi, la Escuela Superior de Diseño de la Universidad Ramon Llull. Se suda mucho. Más cuando empiezas a ser consciente que el mundo de la moda no es coser y cantar, y requiere de mucha implicación emocional.
¿Te has sentido solo a la hora de emprender este camino?
La verdad es que nunca habría podido hacer esto sin el respaldo tanto económico como sentimental de mi familia. También tengo un buen grupo de amigos y profesionales con los que contar, hacer coaching y con los que nunca he tenido miedo de exponer mis ideas. Siento que es necesario rodearte de un ambiente creativo con el que poder trabajar sin complejos.
Como nos decías, el número de ayudas para los jóvenes diseñadores es muy limitado. En tu caso, ¿has tenido la suerte de recibir alguna de estas ayudas o de recibir el apoyo de alguna institución?
¡Si, y nunca podré olvidarme de ellos! Fui el último ganador de los premios Modafad, el concurso para recién graduados que se celebra bajo el paraguas de la 080 Fashion Week de Barcelona. Ellos me han abierto todas las puertas del mundo para sentirme libre creando.
¿Ha sido difícil llegar hasta aquí?
Todo camino es costoso, pero analizando mi corta trayectoria puedo sentirme un chico muy afortunado.
Háblame de tu futuro, ¿cuáles son tus próximos proyectos?
Por ahora estoy muy focalizado en implicarme con distintos internships, ver mundo y aprender, aprender y aprender. Creo que los diseñadores emergentes debemos tener mucha más base y experiencia antes de lanzarnos a la industria de la moda.
Qué le dirías a alguien joven que como tú, quiere empezar en este mundo, ¿le darías algún consejo?
Hasta hace menos de un año yo era otro de ellos. El diseño de moda es una profesión muy sacrificada que puede terminar por eclipsar totalmente tu vida social o personal. Se traduce en muchísimas horas de trabajo que, a veces, sientes que no son valoradas, pero les aconsejaría que siguieran luchando. El trabajo siempre se premia. Y que sueñen mucho, que se dejen llevar por su espíritu más individualista y que vuelen hasta nunca quedarse satisfechos.
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Fotografías – Carlos Moreno
