
Hubiera sido impensable hace tan solo tres años que una campaña como la que acaba de lanzar la marca de lencería Lonely, con una estética tan natural y una producción poco o nada manipulada, inundara internet y fuera ampliamente difundida por medios tan diversos.
Si la colección anterior, protagonizada por Arvida Byström y Paloma Elsesser, ya nos convenció, en esta ocasión, Lena Dunham y Jemima Kirke, «las chicas de Girls«, vuelven a deleitarnos con belleza en formato real.
En unas aguas revueltas como las del mundo digital, con una ola feminista tan visual y popular, es difícil distinguir entre el marketing y el activismo; la herramienta de mercado que manipula o la defensa sincera de unos ideales. Parece que esta marca de lencería se sitúa en la segunda opción, promoviendo una imagen positiva y sincera del cuerpo femenino. Puede que sea como parte de una corriente de opinión, pero sobre todo, como única alternativa para representar a la mujer: tal y como es.