Raúl Marina: «los diseñadores contemporáneos vuelven a defender lo español»

07 / 01 / 2019
POR Alba Manuela Aracil

Hablamos con el comisario de “Modus. A la manera de España» sobre los códigos estéticos que definen nuestra moda.

 

Pieza de Pedro Rodríguez en «Modus. A la manera de España»

 
A pesar del constante cambio al que se somete la industria de la moda en la actualidad, existen unos rasgos concretos que han definido ‘lo español’ históricamente y han influido en la identidad de nuestra moda desde sus inicios. El color negro, el mundo andaluz, la religión o la tradición son algunos de los elementos que nos han diferenciado respecto a otros países y forman parte de los códigos estéticos de los que siguen bebiendo los diseñadores contemporáneos a la hora de confeccionar sus creaciones.

Con el objetivo de reivindicar y enfatizar el papel que juegan nuestra historia y nuestra cultura en la moda nace «Modus. A la manera de España», una exposición colectiva que permanecerá en la Sala Canal de Isabel II hasta el 3 de marzo ofreciendo a sus visitantes un recorrido por la moda española a través de los diseños de grandes modistos de la talla de Balenciaga, Francis Montesinos, Pertegaz o Fortuny, pasando por creadores actuales como Palomo Spain, Ana Locking, Mané Mané, o Leandro Cano.
 

Pieza de Juanjo Oliva en «Modus. A la manera de España»

 
Cada una de las piezas que protagonizan la muestra es única y especial a su manera, pero tienen algo en común, y es que todas ellas reflejan la riqueza y el eclecticismo de la moda española. Los rasgos que caracterizan nuestras prendas han conformado uno de los estilos más relevantes a nivel histórico por el que se han sentido atraídos numerosos diseñadores internacionales como John Galliano o Yves Saint Laurent.

Por otro lado, para poder entender y disfrutar al máximo de esta retrospectiva es imprescindible conocer la historia de España, ya que juega un papel fundamental en la construcción de los códigos estéticos que han definido la moda de nuestro país con el paso del tiempo. De este modo, historia y moda se retroalimentan para crear una experiencia única e inolvidable.
 

Diseño de Dries Van Noten en «Modus. A la manera de España»

 
Seguramente ya leíste el artículo que publicamos recientemente acerca de Modus, en el que hablábamos del contenido de la exposición y de los ejes temáticos en los que se estructura. Ahora ampliamos esa información a través de esta entrevista que nos ha concedido Raúl Marina, quien junto a Wanda Morales, ejerce de comisario de esta muestra.

¿Por qué ahora Modus? ¿Necesitemos remarcar el imaginario propio de lo español?

Desde la Consejería de Cultura se empezó con dos monográficos, primero el de Jesús del Pozo y después el de Pertegaz. Esta tercera entrega encarnada por «Modus» se quiso hacer colectiva para reivindicar lo español y hacer una exposición en la que conviviesen los modistos de alta costura de todos los tiempos como Pertegaz, Balenciaga o Antonio Castillo, con diseñadores contemporáneos como Palomo Spain, Mané Mané o Leandro Cano. Reuniendo sus diseños en un mismo espacio, se ubica y se da importancia a nuestra moda bajo el concepto de lo español. Hoy en día vivimos en una sociedad globalizada en la que la democratización de la moda empezó con el prêt à porter y su situación se encuentra en un cambio constante. Por eso nace «Modus. A la manera de España», con el objetivo de reivindicar lo español y el trabajo de nuestros grandes modistos.

 
Entonces, ¿qué rasgos caracterizan lo español en el vestir?

La monarquía, el negro, las golas, el aparataje de los vestidos de las mujeres, el universo andaluz, la definición del casticismo en el siglo XVIII, la religión y la tradición. El concepto de lo español fue una de las cosas que más queríamos acotar, no queríamos quedarnos en el tópico del mundo andaluz. Por eso hicimos una investigación histórica partiendo del principio, de la implantación de las monarquías en el siglo XVI. Es el momento en el que se define el traje español y se impone sobre todo el continente a través de figuras como la de Felipe II, que utiliza el color negro como sello identitario de la monarquía española. Más adelante, Felipe III redefine la estética de su indumentaria con grandes golas y lechuguillas, y en ese momento el aparataje de las faldas de las mujeres, construído a partir de aros, también refleja una importante carga estética. A partir del siglo XVIII, cuando la influencia francesa es bastante potente en España en cuanto a la manera de vestir, aparecen las figuras del majo y la maja, símbolo del casticismo con el que las clases populares defienden la identidad española frente a las influencias extranjeras. Del mismo modo, lo andaluz, la tradición y la religión también se retroalimentan a la hora de definir estos códigos estéticos.

 

Pieza de Givenchy en «Modus. A la manera de España»

 
¿Quiénes son los diseñadores actuales que reinterpretan esos códigos?

En cuanto a la tradición, Mané Mané es uno de los diseñadores contemporáneos que reivindican este rasgo. En «Modus» tenemos dos piezas claramente influenciadas por lo tradicional, que son unas gorras típicas de Extremadura. Por otro lado, Leandro Cano también hace alusión a este código que define lo español en sus diseños a través de la tauromaquia, lo andaluz y la religión. Tenemos una pieza que cabalga entre escultura y un vestido, el Caireles, realizado en madera con impresión 3D, en el que apreciamos una versión moderna de un sagrado corazón. También está Palomo Spain, del que atesoramos una pieza llena de abalorios, bordados y apliques que alude a los inicios de Felipe III como monarca, que quiere diferenciarse de su antecesor recuperando la idea del blanco y del lujo.

Del mismo modo, Juan Duyos confeccionó unas piezas realizadas a partir de dos mantones de Manila del siglo XIX. También hay una pieza de Juanjo Oliva que es totalmente de terciopelo amarillo y se confeccionó a partir de uno de los armazones que construyeron las faldas tradicionales. Por otro lado, en la exposición hay un traje de Agatha Ruiz de la Prada con un cancán, contamos con piezas de Davidelfín que aluden al traje de volantes y una versión moderna de un mantón de Manila de Ana Locking.

 

Diseño de Amaya Arzuaga en «Modus. A la manera de España»

 
A nivel de diseño, ¿qué momento vive la moda española? ¿Se puede hablar actualmente de unos rasgos estilísticos propios?

Lo que vemos en la exposición es que sí que existe la influencia de lo español aunque sea recuperando lo que lo definió con el paso del tiempo. Los diseñadores contemporáneos que tienen su papel en la exposición recuperan la tradición para seguir reivindicando sus diseños, en los que vemos una clara influencia de esos códigos conformados históricamente.

 
¿Qué papel ha jugado el negro en la construcción del imaginario indumentario español?

El negro ha jugado un papel muy importante porque en un momento dado era un tinte muy complicado de conseguir, sobre todo de que perdurase en los tejidos. Felipe II descubre el palo de Campeche, un material extraído de un tinte natural que se fija completamente a los tejidos. El monarca define el traje de corte español de esa época mediante ese color negro frente al resto de monarquías como por ejemplo, la francesa. Esa influencia se ve en la exposición en las creaciones de Amaya Arzuaga o en Balenciaga, uno de los máximos defensores de este color y de lo español. También se define a través del estilo del traje de corte español.

 

Pieza de Delpozo en «Modus. A la manera de España»

 
¿En qué trajes se refleja la religión en la exposición?

Tenemos dos creaciones de Fortuny en las que se ve esta influencia religiosa, mozárabe y la idea clerical de los grandes mantos rojos y blancos, que a su vez definen a los monjes. También hay una pieza de Balenciaga y un abrigo de las últimas colecciones de Devota & Lomba en el que vemos esa construcción arquitectónica de las mangas, además del color rojo que define el clero. Por otro lado, tenemos un manto de Pedro Rodriguez que nos recuerda a los de las vírgenes, llenos de abalorios y decoraciones brillantes. Del mismo modo, lo religioso y también lo histórico se refleja en el manto de la orden de Carlos III, ya que en los bordados aparecen el castillo, el león y el número tres. Además vemos ese azul celeste que se identifica con la Inmaculada.

 

Manto de la Orden de Carlos III

 
Háblanos de la tradición en Modus a través de los vestidos

En cuanto a la tauromaquia y al mundo andaluz tenemos una capa roja de Fortuny, que es una de las piezas más antiguas y nos recuerda a un capote. Luego tenemos un Pertegaz de lunares blancos y el vestido Olé de David Delfín.

Respecto al mundo de la maja podemos ver un vestido de Juan Vidal acompañado por una peineta y unos guantes. En cuanto al mundo madroño hay una pieza de los 80 de Francis Montesinos en la que vemos el momento de modernidad que vive España, mezclando lunares con sombrero cordobés y un velo de madroño. También hay un vestido de Balenciaga con una pequeña capelina de la que cuelgan estas figuras y una pieza de Antonio Castillo que transmite esa idea de lo goyesco. Se trata de un vestido de terciopelo amarillo de encaje con un lazo en la cintura, típico de las majas.

 

Diseño de Francis Montesinos en «Modus. A la manera de España»

 

Trajes de inspiración andaluza en «Modus. A la manera de España»

 
También hay nombres internacionales que se han servido de rasgos de la moda española para sus creaciones. ¿Qué es lo que crees que más les atrae de nuestra cultura?

España es uno de los países más ricos y más eclécticos. Una de las cosas más exportadas es el universo andaluz, es muy llamativo y muy exótico para los diseñadores internacionales como John Galliano, Givenchy, Lanvin o Chanel. Si pensamos en Chanel, que se le adjudica el negro con el Little black dress, debemos reconocer que históricamente se trata de un color absolutamente español y ella se apropia de él de alguna manera.

En Modus, también hemos querido incluir una muestra de diseñadores internacionales que se han nutrido de lo español. En este caso tenemos un traje drapeado de John Galliano que es absolutamente un capote, chaquetillas de torero de Dries Van Noten.

 
¿Por qué crees que un estudiante de diseño debe visitar Modus?

Yo estudié diseño y creo que lo más importante es ver nuestra historia para saber lo que queremos hacer, crear, etc. Es importante conocer a nuestros grandes modistos y ver en directo cómo están construidas las piezas. Conocer nuestras características, qué es lo que las define, porque la historia de la moda es una historia con mucha carga intelectual. Hablando de la corte, de la monarquía, etc, un diseñador de moda tiene que saber de dónde vienen ciertas influencias. Creo que es interesante para un futuro diseñador de moda español reconocer y valorar lo que tenemos aquí.

 

Pieza de Miguel Adrover en «Modus. A la manera de España»

 

Diseño de Ágatha Ruiz de la Prada

 
En el texto que firmas junto a Wanda Morales en el catálogo de la exposición señalas a Amancio Ortega y a su imperio Inditex como el creador del nuevo estilo español. ¿De qué forma la moda española podría desarrollar una etiqueta tan potente como el Made in Italy o el savoir faire francés al margen del modelo de negocio?

La moda define la historia y la historia se define a través de la moda. España vivió un momento en los 50 con la alta costura muy bueno en el que los grandes modistos como Balenciaga, Pertegaz o Antonio Castillo fueron aclamados internacionalmente. Ese momento en el que España definió, defendió y fue abanderada de la alta costura, en cierta manera desaparece al vivir históricamente un momento muy complicado como fue una dictadura. Eso merma mucho el carácter y la defensa de lo español, ya que ese momento hace que el orgullo quede un poco dañado.

Con la aparición del prêt à porter y la democratización de la moda, los países se suben a esa idea de producción. España vive un momento en los 80 en el que la defensa de lo español es un poco relativa, ya que se reivindica lo nuestro pero también se tienen en cuenta las influencias extranjeras como modelo a seguir.

En el caso de Italia o Francia, ellos quizá fueron más constantes en la definición de su estilo. Creo que en el estilo español hubo un momento en el que perdimos esa sensación y sentimiento de orgullo. En esta exposición los diseñadores contemporáneos vuelven a reconocer y defender nuestros códigos estéticos, que vuelven a ser admirados internacionalmente. Son nuevas generaciones en las que ese pasado de España se queda en lo histórico pero se reinterpreta en la actualidad. Ahora es el momento clave en el que podemos seguir definiendo nuestro estilo y defendiendo esos creadores españoles que no miran hacia fuera sino que empiezan a mirar hacia dentro.