Aitor Saraiba: “El libro de la crisálida es una obra alquímica”

22 / 06 / 2022
POR Román Aday

El artista talaverano publica ‘El libro de la crisálida’, una obra sobre su propio proceso de cambio personal y espiritual. En #VEINDIGITAL hablamos con él.

Aitor Saraiba (Talavera de la Reina, 1983) es un artista que ha acostumbrado ya a su público a diferentes registros. La escritura, el dibujo, las telas, la cerámica… ‘El libro de la crisálida’ (Cúpula, 2022) es el perfecto ejemplo de cómo el arte, a veces, empieza en un punto y termina en otro, atravesando varios mundos o territorios en principio ajenos. Casi como un diario, este es un libro para perderse entre sus páginas, entre sus dibujos, con el ojo de Aitor enfocado en sus propios recuerdos. Una historia real y personal que habla de esos momentos de cambio, de cuando descubrimos que hay algo dentro que empuja y apuesta por salir. En fin, de metamorfosis. 

Foto: Cup of Couple

Empiezas con unas líneas de un ritual de exorcismo y referencias a la metamorfosis de las mariposas y polillas. ¿Este libro supuso lo mismo para ti?

Totalmente, fue un proceso alquímico durante todo el proceso, porque fue realmente eso, un proceso de transformación y la transformación es siempre dolorosa. 

Haces referencias al instinto o a la intuición como una forma de desenvolverse y conocer el entorno. ¿Escribiste este libro dejándote guiar también por el instinto?

El libro lo hice siguiendo esa brújula invisible que me guía, lo podemos llamar instinto, intuición, corazonadas o visiones, pero sí, es ese camino de miguitas de pan invisibles que te lleva siempre al lugar correcto aunque el camino esté lleno de baches.

¿Cómo definirías esta obra?

‘El libro de la crisálida’ es una obra alquímica. Es un proceso de cambio personal y espiritual que afecta obviamente de lleno al plano físico. Y en ese plano es donde aparece este libro.

Todo el libro está atravesado por tu mundo interior y por tu vida privada. ¿Tu entorno lo recibió bien? 

Sí, jejejej, ya están acostumbrados a que el arte de lo cotidiano es lo que me inspira. Y ahí ellos son los protagonistas.

Los dibujos de México me parecieron especialmente bonitos. ¿Son los que hiciste cuando estuviste allá? ¿Cada parte está maquetada con producciones tuyas de la época que narras?

Muchos de los dibujos pertenecen a las épocas reales del libro, y los de México son uno de ellos. Me encanta saber que son de tus favoritos porque estuve a punto de no incluirlos en el libro, ahora me alegro de haberlo hecho.

El proceso de maquetación no tuvo que ser sencillo, ¿me equivoco?

Fue un proceso muy largo, pero contaba con la ayuda de Sara Marcos para realizar esa parte, sin ella hubiera sido imposible poder finalizar esta obra, poder montar este puzzle que era invisible y teníamos que hacer táctil.

¿Cómo se escribe un libro así? A la hora de combinar textos e imágenes… ¿qué iba primero? ¿Cómo lo planteaste para poder sacarlo adelante?

Es un libro que creé a lo largo de 3 años, en algunos momentos hice dibujos, en otros texto, en otros foto, en otros me iba con pastores al monte, en otros tejía, y poco a poco se fue entramando esta crisálida.

Salta a la vista que eres un artista polifacético, casi me parece obligatorio preguntar en qué andas metido ahora.

Ahora mismo tengo muchos frentes abiertos, trabajando en lo que será el libro de mi Tarot de Luz, que salió de la mano de Fournier el pasado año y en 2023 estaré listo el libro en el que desgrano la baraja.

También realizando mucha obra textil, mis bordados son mi vida, para dos encuentros durante esta primavera uno en el Museo del traje de Madrid al que acudirán artesanos y artistas textiles de diferentes disciplinas y el encuentro internacional XTANT en Mallorca donde vendrá gente de todo el mundo relacionado con lo textil y lo artesanal.

¿Qué significaron para ti las crisálidas que hiciste?

Un huevo que me protegió de muchas cosas que estuvieron a punto de acabar conmigo, entre ellas yo mismo.

¿Qué fue de Rubén? ¿Os volvisteis a ver en misa?

No, no hemos vuelto nunca a misa.