En #VEINDIGITAL hablamos con la escritora sobre su último libro, ‘Los cisnes de Macy’s’, su nueva newsletter, ‘Magical Thinking’, y sus rituales de escritura.
Escuchar a Leti Sala hablar genera una sensación de armonía que no sé bien cómo explicar. Suena a cliché decir que es la voz de una generación, pero es que es eso y mucho más. Es una escritora a la que le interesa la condición humana y las diferentes vivencias que nos hacen a todos y a todas tan vulnerables como universales. Hablamos con ella de su nuevo libro y más en esta entrevista.
Al leer ‘Los cisnes de Macy’s’ (Reservoir Books), Leti Sala hace que al lector le sacudan en cada relato una mezcla de sensaciones y sentimientos que a priori no suelen ir de la mano. Parte de un relato te puede parecer muy perturbador y misterioso, mientras que en la página siguiente te quedas perpleja o esbozas una amplia sonrisa ante el giro inesperado de la historia. Y esto es lo que Sala busca del lector: que se asombre ante lo imprevisto y cotidiano de cada relato.
Leti Sala es una escritora que le da suma importancia a la claridad y sencillez del lenguaje porque da valor al hecho de ser entendida y conectar con el lector al que se dirige, algo que le importa incluso más que el tema del que va a tratar en sus historias como tal. Es, por tanto, gran cuidadora de la estructura de los textos para hacer más amena y ordenada la lectura.
En su nuevo libro se desmarca de la poesía para sumergirse de lleno en la prosa a través de pequeñas historias basadas en vivencias propias o fruto de la más absoluta imaginación.
Leti Sala es una escritora brillante que está en constante búsqueda de la sensibilidad ajena mediante las cosas más delicadas y mundanas, y eso a veces no va a la par con los tiempos frenéticos tecnológicos en los que vivimos, donde las redes sociales parecen marcar constantemente las tendencias de todos los ámbitos de nuestra vida.
Paradójicamente, y pese a tener gran presencia en las redes, Sala sabe que si una persona quiere escribir desde la sinceridad no debe nunca desconectar de su esencia y debe volver a la necesidad primaria que es poder vivir el presente y conectar con la emoción de cada momento sin prisa y de forma consciente. De ahí que apueste cada vez más por otras plataformas creativas, más allá de lo limitantes que pueden resultar las redes sociales.
Leti Sala por Txema Yeste
Si tuvieras que explicarle a alguien que todavía no te conoce quién eres, ¿cómo te describirías?
Diría ante todo que me siento cómoda escribiendo en la primera persona, escribiendo reflexiones que surgen de la experiencia propia, pero siempre con el objetivo y la intencionalidad de convertirlas en una experiencia universal. Es de cierta manera como si me mirara el ombligo, pero no lo es, ya que lo hago con la intención de que el otro lleve la situación a su propia experiencia. Esto no es nada nuevo, hay millones de escritoras y escritores que hacen eso y yo como lectora siento que los libros que me han marcado son de este tipo y, al final, inevitablemente escribes muy influenciada por lo que a ti te ha gustado.
Por otra parte, intento escribir de la forma más accesible posible. Ante la elección de dos objetivos, si hay uno menos habitual y otro más accesible, me querré ir al segundo ya que se entenderá mejor. Al final cuando escribo tengo una voluntad real de que se me entienda. Esto lo recalco porque no a todos los escritores les importa tanto y les admiro por no tener la necesidad de ser entendidos, pero yo sí la tengo: leo en voz alta, le explico a alguien para ver qué ha entendido esa persona con respecto a lo que yo quiero decir.
Y, por último, tengo en cuenta los procesos y circunstancias que en ese momento me atraviesan, como puede ser el hecho de ser madre o vivir en un lugar concreto, en mi caso Barcelona.
¿Tienes algún público en mente?
Procuro no tener a un público en mente para intentar escribir de la forma más libre posible, pero en la práctica lo que he acabado viendo es que hay una mayoría apabullante de mujeres que conecta con mi escritura más que los hombres. Normalmente rondan mi edad, a veces un poco más jóvenes o un poco más mayores y suele ser un público con un sentido de la sensibilidad muy parecido al mío.
Hay gente que prefiere lecturas con un enfoque más cognitivo o más informativo, pero en mi caso el componente principal es la sensibilidad, sí.
Mi objetivo es que la gente se pueda sentir reflejada, de ahí la importancia de utilizar la primera persona al escribir porque para mí es de absoluta entrega de algún modo.
¿Qué tanto hay de ti en tus novelas o relatos?
Yo este libro lo considero un libro de ficción y decirte otra cosa sería mentir. Sí que es verdad que en los relatos que trato temas que para mí han sido de una vulnerabilidad y una sensibilidad enorme, los he querido enfocar directamente de una forma autobiográfica porque no me apetecía armar un artefacto literario que se sostuviera con una trama que va avanzando, sino que era más bien algo autobiográfico que he querido plasmar de un modo personal.
En particular serían ‘Lo invisible’, sobre la pérdida de un embarazo, y el que tiene como título una fecha de cumpleaños que trata sobre mi experiencia como madre. Estos casualmente han coincidido con temas de maternidad pero todos los demás son de ficción, quería divertirme y ponerme en la piel de otra persona e imaginar lo que haría en ciertas situaciones. El mundo de la ficción te da mucha libertad, lo que sí es verdad es que todos los temas que se traten tienen que removerte como escritor porque sino no escribirías sobre ellos.
Lo bueno de la literatura es que en este juego que comentamos de realidad-ficción creo un resultado que está por encima de la pregunta de si algo sucedió en la realidad o no.
Has dicho que la maternidad, así como otros temas que te atraviesan, te influyen en los temas a tratar en tu escritura, esto de algún modo es inevitable. Sin embargo, paradójicamente piensas que a un hombre se le haría constantemente la pregunta al revés, es decir, ¿crees que al hombre se le pregunta de igual manera si su paternidad ha influenciado en sus escritos?
Sí rotundo y absoluto. Estamos en una sociedad en la que como yo escribo parecería muy raro que, al ser madre, no escribiera sobre mi hija. Parecería una madre desnaturalizada, en cambio hay artistas que son padres y la gente no sabe que lo son. Me parece horroroso cómo se blanquea y se da por hecho que no exista ningún tipo de vinculación entre profesión y paternidad a los hombres frente a como prácticamente se obliga a que las artistas tengan siempre presente a sus criaturas.
En mi caso nunca lo he hecho como algo forzoso, además tampoco considero que expongo mucho a mi hija, pero sí que considero que existe esta tendencia porque la sociedad les sigue aceptando su menor vinculación con la paternidad y hay que luchar para que no sea así.
En algunas entrevistas cuentas cómo terminaste estudiando algo que no te apasionaba, a pesar de que tú siempre supiste que te gustaba escribir. ¿Crees, sin embargo, que el hecho de estudiar Derecho te ha aportado algo en tu terreno como escritora?
Creo que el hecho de estudiar leyes lo que te da por un lado es mucha capacidad de lectura porque tienes que leer mucho cuando estudias y ejerces como abogada, y por otro lado te da un sentido grande de la estructura. Yo cuando escribo le doy mucha importancia a eso y supongo que este sentido de la estructura ha debido de haber influenciado.
También el intentar ser precisa, si algo te enseña esta carrera es la importancia del uso de una palabra u otra y yo siempre he sido un poco obsesiva con eso y quizá me ha venido del derecho. Creo que diría eso si tuviera que buscar una nota positiva a la carrera.
A la hora de escribir, ¿tienes algún tipo de ritual o manía?, ¿te planteas algún objetivo concreto cuando vas a empezar a escribir un nuevo proyecto?
Para escribir por lo general suelo ser una persona de mañanas o de tardes, pocas veces escribiré a altas horas de la noche . Es una idea muy romántica que admiro mucho cuando alguien la explica pero a mí a esa hora me gusta estar dormida. Por otra parte, ahora que tengo una newsletter tengo como una especie de ritual que me está haciendo gracia y me está ayudando a inspirarme que es que para escribir de un tema en concreto durante una semana me centro en escuchar una única canción, o un disco entero de alguien en particular para estar centrada y conectar esa música con la temática que quiero tratar y luego ya la siguiente semana me obligo a pasar a otro artista u otro material. En este ritual hay algo que no sé cómo explicar pero que me está ayudando a encontrar más frescura a la hora de escribir.
¿Cuál dirías que ha sido tu proceso creativo a la hora de escribir tu último libro ‘Los cisnes de Macy´s’? ¿Se diferencia de algún modo de tus trabajos anteriores?
Sí, se diferencian por completo. El primer libro que publiqué, ‘Scrolling After Sex’, fue una recopilación de textos que yo ya tenía escritos. ‘In Real Life’ fue un libro de poemas y en cuanto a la inspiración trabajaba a través de flashes, como destellos. En el caso de ‘Los cisnes de Macy’s’ era más ambicioso a nivel técnico porque todos los textos eran inéditos y eran de prosa. Lo que hice para intentar conservar la mayor frescura fue que cada vez que yo me proponía empezar un nuevo relato trataba de pensar y conectar con la emoción que estaba más latente en mí en ese momento y a partir de ahí pensaba en qué armadura o herramientas necesitaba para irme hacia allá y desarrollar ese tema. Así que el hilo conductor ha sido ese, conectar con la emoción que estaba imperando en mí en ese momento.
Eres gran admiradora del trabajo de la escritora Joan Didion, ¿hay algún otro autor o autora que admires y haya llegado a influenciar tu trabajo?
Sí, Lucía Berlín ha tenido un gran impacto en mi escritura. También diría Annie Ernaux más recientemente o James Salter, que es un escritor norteamericano que me inspiró en temas más de estilismos, diría principalmente estos.
El papel de las redes sociales, aparte de tu evidente talento, ha sido clave para darte a conocer con el transcurso de los años a un amplio público, ¿crees que esto sigue siendo posible y que con el paso del tiempo se puede destacar en el ámbito artístico con la ayuda de las plataformas digitales o es cada vez más difícil?
Es verdad que si miro atrás veo efectivamente que las redes me ayudaron y facilitaron a, de alguna forma, tener dónde exponer mi trabajo y a partir de ahí hubo un editor que se interesó y ya con pocos seguidores pude sacar un libro que fue ‘Scrolling After Sex’ y de alguna forma el tener un libro te legitima de alguna manera, cosa que me parece gracioso porque una sigue siendo la misma persona habiendo publicado o no. Pero sí es verdad que miro para atrás y me pregunto si esto a día de hoy sería posible.
Creo que ahora con el cambio de algoritmo y todas las modificaciones que han tenido las redes si lo comparamos a hace cinco o siete años, no sería posible hacerlo de la misma forma, seguramente habrá otras vías con las que yo ya no esté familiarizada.
Me parece interesante la pregunta ya que con el auge de una plataforma como Tiktok y otras, en especial Instagram, queriendo copiarla cada vez estamos tendiendo a que el contenido sea más breve y fugaz. Y quizá con esta afirmación parezco una boomer pero a mí algo que me impresiona mucho es cómo algo que para mí sigue siendo “novedoso” como es el crear contenido y hacer una carrera a partir de ahí, cómo ha podido cambiar tanto en tan poco tiempo.
Yo hace un tiempo me di cuenta que ya no quería jugar a ese juego y no sé si debe ser por el paso del tiempo, pero para mí el haber inaugurado una newsletter ha sido como tener un salvavidas en el océano de internet y sentir que estaba volviendo a poder conectar como yo empecé con el objetivo de conectar desde lo profundo. Es más trabajo pero es muy gratificante poder volver a conectar con lectores que te dediquen cinco minutos y tú saber que su tiempo es oro y que tienes que ofrecer algo que les vaya bien a ellos, no vomitar cosas sin sentido sino preguntarme qué es lo que a mí me ha pasado y poderlo llevar a algo más universal como decía más arriba.
A mí me ha salvado substack porque siento que el mundo de las redes está rarísimo y que hay una competencia feroz entre las diferentes plataformas y estamos nosotros como ovejas de un lado para otro y sí que es verdad que me planteo a veces la pregunta de qué pasará en otros cinco años. También es verdad que está esta narrativa de que ahora ya no se lee pero lo cierto es que ya sea por ebook, ya sea con libros físicos, ya sea por substack o por alguna newsletter, la gente está leyendo más que antes.
Aparte de tu libro y su correspondiente promoción y la creación de tu newsletter donde abordas con libertad todo tipo de temáticas que te interesan, ¿tienes algún proyecto nuevo entre manos que nos quieras contar?
El proyecto que me está manteniendo contenta es el de mi newsletter que se llama Magical Thinking y es un proyecto del que tuve dudas si empezar o no pero estoy muy contenta hasta qué punto la escritura es como si fuera un músculo que cuanto más se entrena más fuerte está, es realmente como una fórmula matemática. Esto me mantiene contenta porque sí estoy notando más agilidad a la hora de escribir y más rapidez y siento que mi escritura está más fortalecida.
En cuanto a otros proyectos la verdad es que no me quiero embarcar ahora en otro libro o proyecto. Es decir, voy pensando en cosas pero no me quiero para nada precipitar con la sensación de que tengo que estar metida en otro proyecto literario y me gusta darme tiempo para ver dónde me quiero meter, estoy un poco en este proyecto vital y la verdad es que me siento más en paz que con la presión de pensar que ya tengo que estar preparando un siguiente libro porque tiene un poco que ver con el consumo rápido que comentábamos antes, tendemos mucho a la sensación de que tenemos que estar en otra cosa y quiero estar en contra de esto y saber marcar mis tiempos y saborear el presente.
Leti Sala por Txema Yeste
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