¿Qué hay de nuevo? La columna de Estel Vilaseca para VEIN.ES
El viernes se dio por clausurada la 33a edición de la 080 Barcelona Fashion. Esta semana de la moda nació en 2007 de la mano de la Generalitat con el objetivo de dar impulso a la industria y a la escena local. Fue un nuevo capítulo tras las diferentes ideas y plataformas que antes habían dado visibilidad a la moda de aquí: primero la pasarela Gaudí, que luego pasó a ser la Barcelona Fashion Week, junto a otros espacios para la moda emergente como Moda Fad y el Circuit, una iniciativa de Paula Feferbaum que vio la luz en marzo del 2000. ¡Qué lejos queda ya todo aquello! Recordaba estos días la primera vez que asistí a un desfile. Yo entonces estaba estudiando en la universidad, hacía prácticas y acababa de fundar mi revista online itfashion.com. Era 1999. Logré un pase a través de un amigo que conocía a un fotógrafo que cubría los desfiles. Gracias a él, pronto aprendí cómo colocarme al final de la pasarela sin molestar para poder hacer fotos con la cámara digital que me habían prestado en el trabajo y que luego usaría en mi publicación digital. Los desfiles de Josep Font, Lydia Delgado, Antoni Miró o Josep Abril eran mis favoritos. También recuerdo con especial cariño, quizá porque todavía conservo algunas fotos en papel, la presentación de La Casita de Wendy en la plaza del Macba durante una de las primeras ediciones del Circuit. Busco en internet y no queda rastro de esa época, así que regreso al presente para proseguir con esta crónica.
En esta nueva edición del 080 Barcelona Fashion han convivido marcas consolidadas con firmas mucho más jóvenes. También propuestas de otoño-invierno 2024, con desfiles que presentaban primavera-verano 2024. Primera conclusión: las estaciones empiezan a tener poco sentido, por lo que la salida de un escueto corsé, puede venir precedida por un jersey y una falda, o un chaquetón abrigado combinado con un culotte que deja las piernas al descubierto. La selección de marcas ha mostrado una diversidad de propuestas saludable y cada vez más enfocada al público de espíritu joven. Entre todas las propuestas, han destacado el manifiesto artesanal de Anaïs Vauxcelles con 404 Studio, las texturas de Bielo y la garra de Velásquez. Uno de los momentos más emotivos llegó de la mano de Eñaut que ha decidido hacer un parón en la industria y convirtió su desfile en una gran rave. Merece mención especial también Sita Murt, celebró sus 100 años con una interesante colección de punto en la que junto a nuevas piezas, se incluyeron diseños de su archivo. De entre los que se estrenaban en pasarela, Ga Gó Studio tras su paso por el Ego en septiembre pasado, presentó su segunda colección “Plague”. Una propuesta sin género, atemporal que incluía tejidos reciclados, re-aprovechados y suprareciclaje. La banda sonora en directo de Gigi Ros dotó de una energía muy especial al espacio. Por su parte, la historia de amor de Avec Amour, una proyecto de la pareja formada por María Mundo y Daniel de Villanueva, que cuenta con un delicioso storytelling en sus redes, se perdió un poco en la inmensidad del espacio. Una propuesta así quizá hubiera lucido mejor en un contexto más íntimo.
Es aquí cuando pienso que podría ser interesante diversificar los formatos y espacios según las realidades de las diferentes marcas que enriquecen la propuesta del 080 Barcelona Fashion. El Hospital modernista de Sant Pau es un enclave muy bonito y con muchos espacios fotogénicos. Muestra de ello es la instalación audiovisual Aesthetics a cargo del artista Andrei Warren en uno de los antiguos pabellones. Crear otras tipologías de presentaciones podría potenciar la diversidad que define y caracteriza la propuesta. Por ejemplo, un formato tipo presentación permite mostrar a los medios el concepto de la marca, con menos conjuntos y en un contexto más relajado que la presión de un desfile. En mi memoria guardo buenos recuerdos de presentaciones de pequeño formato, como las de Rosie Aussoline, Snow Xue Gao o Mansur Gavriel – que organizaron un desfile en su propia tienda – en Nueva York, o Federico Curradi en Florencia. Es en esta última ciudad donde se celebra uno de los eventos de moda más interesantes, el Pitti Uomo. Esta plataforma de moda masculina que dura tres días, combina el formato ferial junto con el desfile de un diseñador invitado que funciona como reclamo para la prensa internacional. Marine Serré será la protagonista de la próxima edición y se unirá a la célebre lista de invitados en la que se encuentran Undercover, Raf Simons o J.W. Anderson. En paralelo, la ciudad invita a jóvenes diseñadores y marcas que organizan desfiles y presentaciones en diferentes puntos de la ciudad.
Seguir trabajando para encontrar un formato de Semana de la Moda y un posicionamiento diferencial es un gran reto en el que hay que persistir. Abrirse a crear sinergias con otras disciplinas como el mundo del diseño o del arte es un camino interesante a seguir. Aunque no faltaron editores, estilistas e influencers internacionales como nuestro adorado Hanan Besovic, autor de la cuenta I deserve couture, el modelo Leonardo Hanna Azrak, las estilistas Nayeli de Alba o Carla Paucar, así como editores de las cabeceras nacionales, el potencial de la ciudad con un ecosistema de creativos que producen algunos de los editoriales y vídeo-clips más potentes del momento es enorme. La innovación y la creatividad en una Barcelona en la que el arte y el diseño han sido tan importantes son buenos elementos de base en los que trabajar. Personas y ganas no faltan, pero para hacerlo es vital abrirse y conectar todos los agentes y las diferentes realidades de las mil y una Barcelonas que conviven al mismo tiempo. Es en esta complejidad donde, precisamente, reside la riqueza y surge la fascinación por el sitio en el que vivimos.