Charlamos con tres de los miembros de la banda (el cuarto se nos puso malito) sobre música, internet e increíbles súper poderes.
Las vibraciones de Carolina Durante son tan desconcertantes como magnéticas; se balancean entre el tierno colegueo de los miembros de la banda de “Scooby-Doo”, a la imponente fraternidad de “Los Amos de la Noche”. Una mezcla extraña, pero igualmente infalible, que les ha convertido en uno de los grupos musicales más llamativos y populares del pop español reciente. Su desparpajo y su frescura quedó enmarcada en los himnos de su primer disco, donde temas como: “Las Canciones de Juanita” o “Joder, No sé”, lograban la casi imposible misión de unir a las tribus urbanas más dispares. Da igual si llevas náuticos o New Rock con plataforma, el ritmo de Carolina Durante no entiende de etiquetas. Con su segundo álbum titulado: “Cuatro chavales”, han confirmado lo que se veía venir. Su talento se encuentra más vivo que nunca y su energía es similar a la de un cohete que sale disparado hacia el cielo. Los cuatro no tienen barreras, ni prejuicios. Gozan de un futuro tan abierto como ellos deseen.
Mirad, tengo la cabeza loca con tanto cantante que entrevisto… ¡estoy ya bien obtusa!
Juan: Hombre, normal. Al final debes pensar: ¿qué voy a preguntar más allá de lo típico?
Mario: Pues vamos a empezar por algo muy típico…
Diego: ¡El nombre!
No, cari, que no sois nuevos. Vamos a empezar hablando de vuestro segundo disco, que ha salido este mismo año. ¿Qué tal ha sido la cosa?
Mario: Yo lo he vivido todo con mucha ilusión. Estuvimos dos años parados intencionalmente pero, aún así, echándolo muchísimo de menos. Hemos estado por Latinoamérica en una gira que ha sido increíble y tocando en muchos festivales que han ido genial.
Diego: La pandemia nos pilló en la cresta de la ola y yo tenía cierto miedo a como las cosas iban a dar la vuelta, pero la verdad es que está yendo de puta madre.
Entonces, ¿hubo miedo a que las cosas no volvieran a arrancar?
Diego: Miedo no, sí inquietud porque quizás la ola ya hubiera pasado. No tenemos el “hype” que teníamos al principio, pero (todo lo que hemos estado haciendo) en todas las actuaciones hasta ahora hemos llenado, todo o prácticamente todo, y eso, hoy en día, creo que es raro. (A nivel de) Respecto a las salas, se está vendiendo poco, ya que compiten con los festivales, que a su vez compiten con los ciclos de conciertos… es un pitote, más aún cuando la gente anda muy mal de pasta. Por eso estamos agradecidos.
Y personalmente ¿cómo recordáis esos años de pandemia?
Diego: Te lo resumo muy fácilmente: una mierda.
Mario: Para mi fue una elipsis, un espacio en blanco que me podría haber ahorrado.
Juan: A mi me gustó un poco. Estuve muy tranqui.
Mario: A ver, si hubiese durado solo un par de mesecitos, habría estado guay…
Juan: A mi estar en casa me sentó bien. Veníamos de tocar en muchísimos sitios y el descanso se agradeció.
¿En qué momento os volvisteis a poner en marcha?
Juan: Nada más se pudo salir.
Diego: En el rema conciertos y tal. Arrancamos en serio a principios de este año con la presentación del nuevo disco, después vino gira por Latinoamérica y luego festivales a saco.
Entonces la cosa va sobre ruedas…
Diego: Sí, la cosa va bien.
¿Cuándo dirías que se empezó a gestar vuestro segundo disco: “Cuatro Chavales”?
Mario: Durante la pandemia, en 2020.
¿Habéis aprendido algo de todo lo que está pasando?
Diego: Yo he aprendido a valorar todo lo que nos ha sucedido con el grupo. Debemos disfrutar, ya que en cualquier momento todo se puede venir a bajo.
Mario: Bueno, eso se puede aplicar también a la vida en general. Que puede irse a la mierda en cualquier momento. ¡Mira lo cara que está la gasolina!
Diego: Tal cual. No veas cuando tenemos que rellenar el deposito de la furgo.
¿Tenéis furgo propia?
Juan: ¡Alquilada!
¿Queréis una propia?
Diego: Sería lo suyo. Alquilarla es un pastizal.
¿Habéis sentido vértigo a la hora de volver a despegar a raíz de vuestro segundo álbum?
Mario: Yo presión no he sentido. Creo que estábamos seguros de lo que hacíamos, aunque sintiendo algo de incertidumbre por las expectativas.
Diego: Yo sí, pero no se cuanta de esa presión se debe a factores externos y cuanta a mi mismo. Hicimos un primer disco que fue muy guay y yo quería que este segundo fuese igual o mejor. Evidentemente hay presión, porque no es lo mismo hacer música cuando tienes seis canciones que cuando tienes treinta. Parece que hablo como si tuviéramos siete discos… que no es así (risas).
Diego, me da la impresión de que eres muy duro contigo mismo.
Diego: Lo soy totalmente. ¡Mario es más relajado!
Mario: Él aporta el nervio y yo la calma.
¿Y tu Juan?
Juan: Yo la calma, también.
Diego: Yo estoy todo el día con el látigo.
¿Por qué dirías que ha triunfado “Carolina Durante”?
Diego: Con esa pregunta nos podríamos tirar un buen rato.
Mario: Es imposible hacerlo queriendo.
Diego: Es que no se debe todo al querer, al esfuerzo y la constancia. Hay una parte de talento, es así y también incide la suerte.
Mario: Desde de estar en el momento y el lugar adecuados.
Diego: Efectivamente.
¿Cómo veíais vuestro futuro antes del grupo?
Diego: Yo ni lo veía, chico.
¿No querías ser nada de mayor?
Diego: Nada. Nunca quise ser nada de mayor. Me gustaría saber que porcentaje de la pequeña que responde a esa pregunta y lo consigue.
Yo tengo una amiga que decía que quería ser depiladora, y más realista que eso no creo que puedas encontrarlo. (risas)
Diego: Un compañero del colegio decía que quería ser camionero. Yo respondía que futbolista, pero sabiendo que nunca iba a llegar a serlo.
Pensad en la protagonista de la “Metafísica de los tubos” de Amélie Nothomb, el por culo que daba esa niña con ser un tubo… y casi lo consigue.
Juan: ¿No lo consigue?
No, al final no.
Juan: ¡Ya nos has jodido el final!
Diego: Oye, ¿pican las patatas bravas?… ¡Hostia sí que pican!
Bebe cerveza, hija. Por cierto, ¿alguno pensó en un futuro siendo famoso?
Mario: Nunca entró en mis planes.
Diego: Cuando montas un grupo y la gente empieza escucharlo, evidentemente quieres que el grupo tenga éxito. Otra cosa distinta es la fama. A mi la fama no me interesa sin el éxito del grupo.
Y ahora que el grupo se ha hecho conocido, ¿qué tal está siendo la experiencia?
Juan: Es que todo es muy chill. La peña no nos da por culo.
Diego: Estamos en un punto en el que la fama es más para bien que para mal. Vas al Primeravera Sound, pagas muchas menos copas de las que deberías, entras gratis…
Mario: Bueno, pero vas a tocar.
Juan: Eso está muy bien.
¿Nunca os han tocado los huevos?
Diego: Muchísimas veces. Para bien y para mal.
Por ejemplo, Diego, la gente habla de tu vida personal…
Diego: Eso es un puto coñazo.
Juan: Cuando la gente se mete en lo personal es una mierda.
Diego: Es una jodienda. Cuando sucede se hace bola, pero cuando la cosa se calma te olvidas.
¿Están buenas las patatas?
Mario: Cata si quieres.
Es que son muy grandes, estoy intimidado.
Mario: Yo quiero más salsa.
Oye, que no se me olvide. Tema redes sociales, ¿qué tal se os da?
Diego: Yo lo gestiono cada vez peor. ¿Sabes lo que he terminado por hacer? Me fui a casa de mi madre y me bajé una aplicación de control parental para bloquearme las redes sociales. Bueno, con el móvil en general. Durante estos años he intentado ponerme mil barreras con el móvil porque te machaca a muchos niveles. Es la lacra del primer mundo. Con la aplicación lo bloqueo totalmente. Es que de otra manera, no me veía capaz. Lo he intentado del mil (maneras) formas.
¿No has pensando en usar la técnica contraria? Es decir, reventar la aplicación…
Diego: Sería reventarme a mi mismo, como un (caminase) kamikaze. Quiero seguir estando presente en las redes porque algo bueno tienen…
Camisa MANS CONCEPT y camiseta SSSTUFFF
Imagino que es un buen canal para conocer a gente del mundillo y hablar con los fans…
Diego: No conozco a nadie que se lleve especialmente bien con las redes sociales y hablo en general. Solo a esa gente que vive de ellas o se dedica a lo audiovisual y esas cosas. Yo el tiempo que paso ahí, un (sincopar) cinco por ciento puede considerarse útil. Al grupo le viene bien, eso sí.
Mario: Lamentablemente.
Diego: Hay una lucha. Alguna gente decide retransmitir toda su vida en las redes y cede a ellas. Eso para los artistas puede ser beneficioso, ya que tienes ahí una especia de revista sobre tu propia vida. Tu creas tu propia prensa rosa, por así decirlo. Y te lo digo yo, que soy una maruja de cuidado.
Somos un poco voyeurs, ¿no os parece?
Mario: Yo tengo muchos amigos, les quiero mucho, me caen muy bien pero no los soporto en las redes sociales. Son unos pesados o pretenden hacer gracia y a mi no me la hacen. De repente, te empieza a caer mal alguien que te caía bien.
Diego: En las redes la gente se autoexige ser cómico o gracioso y a lo mejor no es su rollo. Limítate a subir tus fotos y tus momentos. Lo único que consigues con esto es lo que dice Mario: que la gente de tu entorno te empieze a odiar.
Yo tengo a muchísima gente silenciada.
Diego: Yo al ochenta por ciento.
Bueno, vamos a centrarnos un poco en la música que esto parece un debate de La2.
Juan: El Diego, qué es un filósofo.
En las entrevistas siempre os preguntan por “Cayetano”. ¿No se siente esa canción ya como una especia de exnovia que siempre estas recordando?
Diego: Es como ese primo al que tu madre te dice, ven al teléfono a felicitarle (risas).
Mario: En general, los conciertos son como “El día de la marmota”. Para la gente que va es una gran fiesta pero para nosotros es la misma fiesta una y otra vez.
¿Por qué ha hecho tanta gracia esa canción?
Diego: Yo creo que cada vez hace menos gracia.
¡Qué va! En el fondo, aunque poca gente lo diga, a la peña le encantan los Cayetanos.
Juan: Los Cayetanos la corean.
Diego: A la gente le gusta cantarla al lado de los Cayetanos que viene a los conciertos y a éstos les hace gracia cantarla y reírse de ellos mismos.
Camiseta NUDE PROJECT, falda MANÉ MANÉ
¿Cual es vuestra relación con el “cayetanismo”? ¿Alguno ha llevado náuticos?
Diego: No soy Cayetano, pero me encantan los náuticos. ojalá (llevarlos) los llevara más, son súper cómodos. Me los regaló una novia que tuve que era muy Cayetana.
Juan: ¿Te intentó calzar unos náuticos?
Diego: Y lo consiguió. Me los puse para rodar “Cardo”
¿Qué tal interpretar a un Cayetano en esa serie?
Diego: Me hubiese gustado interpretar a uno más extremo.
Oye, en Internet dicen que representáis una generación que sufre un tremendo agotamiento vital, que está muy, muy quemada por las circunstancias que le ha tocado vivir. ¿Compartís ese cansancio?
Diego: Yo vivo cansado.
Pues te cunde para vivir cansado…
Diego: No se. Paso de llorar, la verdad. Sí creo que todo va a peor, el mundo en general. Nosotros somos unos putos privilegiados, que conste, pero a la par puedes sentirte agotado y (quede) con ganas de reventarte la cabeza contra la pared.
Juan: Yo estoy cansado a ratos. Hay que (aprender a) saber vivir dentro del pozo. Más que salir hay que aprender a estar cómodo dentro.
Mario: La vida no es, ni debe ser perfecta. La gente se frustra con mucha facilidad.
Diego: Hay poca cabida a la frustración.
¿Cómo la gestionáis vosotros?
Diego: Cada vez mejor. Antes hacía un desierto de un grano de arena. Soy muy de pasar de cero a cien en un momento, aunque poco a poco me voy dando cuenta de los agobios que me monto y de que debo calmarme.
Mario: Yo la gestiono muy bien, la verdad.
Juan: A mi cada vez me joden más las cosas, antes me daban más igual.
Diego: Es que Juan se lo guarda todo dentro.
Juan: Yo quiero ser como la niña esa que (era) quería ser un tubo (risas).
Por cierto, ¿tu pelo rojo a que se debe?
Juan: Llevo desde los diecisiete años con el pelo rojo, lo tengo ya hecho una mierda.
También, con vosotros, la prensa y los medios en general están acostumbrados a convertiros precisamente en el eco de una generación… ¿Por qué?
Diego: Es una mentira. Si hay gente que de verdad piensa eso, pues me alegro.
Mario: Querer ser la voz de una generación es algo pretencioso.
Diego: Es que eso no se quiere, son los medios los que de repente ponen esos titulares. El grupo no tiene la magnitud como para abarcar a una generación y aún si la tuviera, considerarse la voz de una me parecería estúpido.
¿Consideráis a alguien la voz de vuestra generación?
Diego: Es que eso es muy complejo. Dentro de España hay mucha gente diferente entre sí, con contextos muy diferentes. Sí que puedes decir que algo es generacional, por ejemplo: “El canto del loco”. pero de marcar una generación, a ser su voz, hay una gran diferencia.
Contadme, siempre que se habla de vosotros se os tilda de “chavales”, aunque el tiempo pase…
Diego: Martín lo explica muy bien. A veces, llegamos a un sitio y hay gente que, por ser mayores que nosotros, tiene que darnos lecciones, o nos ponen la etiqueta de que no tenemos ni idea de lo que hacemos. Quizás en lo que llevamos podemos enterarnos mejor de muchas cosas que alguien que lleve más tiempo. En este mundillo y en la vida, hay gente que va de lista y luego no es tan lista. Nos han dado palmaditas en el hombro de manera peyorativa…
Mario: Se está enfadando…
Diego: A mí, aún así, me gusta ser un chaval.
Camisa NANUSHKA, chaqueta DIESEL, pantalón OTRURA
¿Vosotros que edad tenéis?
Diego: Veinticinco.
Juan: Veinticuatro.
Mario: Diecinueve.
Sí, en cada huevo.
Diego: Tiene treinta y tres.
Mario: Veintiocho, tengo veintiocho (risas).
Chicos, en el álbum siempre hay hueco para la mofa, como en “Tu grupo favorito” o “urbanitas”, pero no puedo dejar de preguntarme, ¿hasta cuando dura la broma?
Diego: Ya no es una broma, ¿no creéis? A su vez siento que también debe seguir siéndolo, ya que debemos seguir disfrutando, riéndonos y pasándolo bien; justo por eso empezó el grupo. En otra entrevista dije que el día que dejemos de pasarlo bien pues a tomar por culo. Me preguntaron que si lucharíamos en los momentos malos por la banda.
¡Oh que romántico suena!
Diego: No va a merecer la pena que cuando estemos mal, hagamos que estamos bien.
Siempre podéis separaros como los Chunguitos o daros de hostias como los Gallagher.
Diego: Claro. Cuando veamos que la historia es imposible, pues nos separamos y fuera.
¿Tu seguirías en solitario?
Diego: Yo mientras pueda seguir haciendo música la haré y valoraría hacer movidas yo solo.
El espíritu de vuestro disco y el del grupo en general empuja a no tomarse todo tan seriamente, a divertirse y a hacer lo que a uno le de la gana. ¿No pensáis que ahora todo eso cuesta caro, que hasta la juventud se ha vuelto muy seria?
Diego: Eso es un coñazo.
Mario: A mí no me gusta que la juventud se convierta en la Santa Inquisición. No deberíamos estar tan pendientes de si algo es tóxico o no, porque ya solo hacer eso, lo vuelve tóxico.
Diego: Ahora resulta que todos somos super conscientes de unos mismos y dejando disfrutar lo más mínimo. ¿Podemos relajarnos un poco? No podemos vivir siendo unos hipócritas. Todos cometemos fallos. Muchas veces me salgo de mis círculos y cuando estoy rodeado de gente distinta no puedo evitar pensar: “¡hostia, qué atrás está esta gente!”. Nada es negro ni blanco.
La gente se ha vuelto un poquito rancia.
Diego: La gente está muy rancia, tío. Es verdaderamente aburrido. Hay gente con la ni siquiera te sientes cómodo. Y lo que ha pasado ha sido Twitter.
¡Yo no tengo! ¿Tú que ves en Twitter?
Diego: Si quiero indignarme se a que sitios ir en Twitter, pero si no quiero, pues sigo a gente que me gusta. Pero, de repente, te vas a un hilo polémico y dices… joder. No quiero poner ejemplos, pero es lo que te digo.
Mario: Yo Twitter lo uso muy poco. Me parece un poco de odio.
Camisa SSSTUFFF, camiseta DIESEL, pantalón OTRURA y calzado MANS CONCEPT
Yo reivindico un poco Twitter, porque ahí la gente sí se lee las entrevistas que escribo. En Instagram rara vez pasa.
Diego: En Twitter la gente se las lee, pero muchas veces lo hacen para sacarte los colores.
Mario: ¡Para dar su opinión! ¿Es necesario opinar de todo?
Diego: Ahí lo que se busca es llamar la atención y crear titulares.
Bueno Twitter sirve como un altavoz muchas veces desaprovechado…
Diego: A mi esto de lo de tener un altavoz y que debas usarlo…, mira, ¡vete a tomar por culo!, el mío me lo guardo en la mochila. Yo no podría estar constantemente dando mi opinión, sería una persona enferma. Si ya tengo mis propios jaleos en la cabeza, imagínate si encima opino de todo.
Tener una opinión es algo muy caro, requiere informarse y mucha gente no lo hace…
Diego: Tampoco te creas. La gente da su opinión de cualquier cosa, como la economía o la política y no tienen ni idea.
En eso estamos todos de acuerdo, (risas). Pregunta para ir terminando y que se me acaba de venir a la cabeza. Si pudierais escoger un súper poder, ¿cuál sería?
Mario: ¡Volar!
Diego: ¡Súper fuerza! Volar es peligroso. Imagínate que un día pasa algo, se te jode el súper poder y te pilla en el aire. ¡Menudo hostión!
Juan: Eso hay que pensarlo fino.
Diego: ¿Ser invisible?
Juan: Eso estaría muy guay.
Mario: ¡Para ser un voyeur!
Juan: No, para ese tipo de fechorías no. El problema de volverse invisible es que a lo mejor una mano se te queda transparente pero el resto no y pareces manco… hay que pensarse con cuidado los super poderes.
Diego: El problema sería la ropa, que te quedas en bolas. Y desde aquí reivindico la serie “The Boys”.
¡A mi me encanta! ¿Tú has dicho super fuerza entonces?
Diego: Claro. Si Mario tiene el poder de volar, Juan el de ser invisible pues a mi me queda la súper fuerza.
¿Nadie va a decir el que dice todo el mundo? ¡Teletransportarse!
Diego: ¡Hostia, ese está muy guay!
Yo creo que debe engordarte por no moverte o te quema partículas de tu cuerpo…
Diego: Tu piensas en poderes que has comprado en el chino, (risas).
Es que las cosas no se dominan al momento…
Diego: Es una rayada.
Mario: Sí, es una rayada.
Juan: Rayada total.
Síguelos en @carolinadurante_
Créditos:
Fotografías de Miguel Vides @mivides
Estilismo por Atenea Martínez Molina @ateneamartinezmolina
Asistente de estilismo Carmen Carazo @carmen.carazo25
Asistente de Producción: @zerek_studio
Muah: Sierrra @siiiierra
Entrevistas: Juan Martí @sswango
